El destino de Timmie Jean Lindsay, la primera mujer en operarse el pecho
Categorias: Historia | Moda | Salud y Medicina
Por Pictolic https://pictolic.com/es/article/el-destino-de-timmie-jean-lindsay-la-primera-mujer-en-operarse-el-pecho.htmlHoy en día, el aumento de senos es la cirugía plástica más popular. Cada año, un cuarto de millón de mujeres se colocan implantes de silicona para hacer que sus bustos sean más voluminosos y sus figuras más atractivas. Todo comenzó en 1962, cuando Timmie Jean Lindsey, madre de seis hijos, fue sometida a cirugía en el Hospital Jefferson Davis en Houston, Texas. Curiosamente, acudió a la clínica por un motivo completamente diferente, pero salió con pechos nuevos.
A principios de la década de 1960, las rubias con curvas como Marilyn Monroe estaban en el apogeo de su popularidad en Estados Unidos. Las damas que no estaban dotadas por la naturaleza de formas apetitosas, en pos de la moda, ponían algodón o goma espuma en sus sujetadores. Timmy Jean Lindsay tampoco estaba contento con sus pechos. No era una cuestión de tamaño ni de forma: ella amamantó a seis niños. El problema estaba en otra parte.
Timmy una vez se tatuó dos rosas en el pecho cuando era joven. No hace falta decir que con el tiempo cambiaron, perdiendo su forma y color. La mujer decidió que esos “errores de juventud” no la hacían lucir bien y acudió a una clínica para que se los eliminaran. La política sindical de la planta donde trabajaba cubría el costo del procedimiento, por lo que no se preocupó por los asuntos financieros.
Se podría decir que Timmy tuvo suerte. Cayó en manos de los cirujanos plásticos Frank Gerow y Timothy Cronin. Estos chicos han estado desarrollando métodos para el agrandamiento y remodelación de los senos durante años. Ya contaban con equipos, implantes y una metodología probada, testeada en maniquíes y animales. Lo único que faltaba eran pacientes.
Gerow y Cronin estaban lejos de ser los primeros en realizar un aumento de senos. Varios años antes de su trabajo, ya se habían realizado operaciones con inyecciones de silicona en Estados Unidos. Pero este método planteaba serias preocupaciones: muchos pacientes sufrían complicaciones que a veces incluso conducían a una sepsis, que ponía en peligro la vida. Las estadísticas también mostraron que, incluso si tenían éxito, las mujeres tenían un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Los cirujanos adoptaron un enfoque diferente. Se les ocurrió la idea de encapsular silicona en una cápsula elástica. Realizaron numerosas operaciones, cosiendo pequeños implantes en perros y chimpancés. Todas las intervenciones se realizaron sin complicaciones: los organismos de los animales no rechazaron el cuerpo extraño. Sólo faltaba realizar la operación en un ser humano. Los cirujanos sugirieron que Timmie Jean Lindsay no sólo se eliminara los tatuajes, sino que también agrandara ligeramente sus senos, mejorando su forma. Gerow y Cronin convencieron a la paciente de que la operación no era complicada y, dado que de todos modos iba a estar en la mesa de operaciones, ¿por qué no matar dos pájaros de un tiro? Los médicos también prometieron que si a Timmy no le gustaban los resultados, revertirían todo fácilmente.
Los médicos no le ocultaron a Lindsay que ella sería la primera, por así decirlo, “conejilla de indias”. Pero describieron sus nuevos pechos, altos y llenos, de forma tan vívida que la mujer decidió correr el riesgo. Gerow y Cronin se eliminaron los tatuajes y se sometieron con éxito a una cirugía de aumento de senos. El resultado superó las expectativas: los médicos y su paciente quedaron muy satisfechos.
Timmie Jean Lindsay guardó su secreto durante un cuarto de siglo, sin contarle ni siquiera a sus seres más cercanos sobre la operación. No fue hasta la década de 1980 cuando admitió ante los periodistas que sus pechos eran el resultado de una mamoplastia. Según ella, durante los últimos años nunca se ha arrepentido de su decisión de participar en el arriesgado experimento. El busto de silicona no sólo la hizo más segura, sino que también la ayudó a casarse nuevamente y hacer una carrera.
Lindsay aseguró que la operación cambió por completo su vida. En apenas unos años, pasó de ser una simple empleada de tienda a ser gerente senior. Timmy creía sinceramente que todos los cambios para mejor estaban relacionados con sus nuevos pechos. Es difícil de creer, porque a juzgar por la foto, no recibió nada sobrenatural, especialmente si se compara con las operaciones modernas. Lo más probable es que el factor principal no fueran los pechos en sí, sino la confianza que daban a la mujer. Fue esta confianza, no el tamaño de su busto, la clave de su éxito. Los cirujanos Cronin y Gerow también estaban contentos, porque sus muchos años de trabajo no fueron en vano. Pero no tenían idea del efecto que tendría su invento. Después de la primera operación exitosa, la demanda de este tipo de intervenciones comenzó a crecer rápidamente. En el apogeo de la popularidad de los implantes de silicona, a principios de la década de 2000, se realizaban 1,5 millones de cirugías al año en todo el mundo.
Hoy en día, la mamoplastia no es sólo un procedimiento quirúrgico, sino una industria que cambia la vida de millones de mujeres. Para algunos, es una manera de ganar confianza; para otros, es un paso hacia la conformidad con los ideales de belleza. Pero ¿es realmente cierto que tener senos nuevos puede cambiar tu vida drásticamente o es todo cuestión de efectos psicológicos? ¿Qué opinas sobre esto? ¡Comparte tu opinión en los comentarios!
Artículos Recientes

Cualquiera que haya vivido en un edificio de apartamentos, conoce de primera mano lo difícil que son algunos de los inquilinos. ...

Cuando escuchamos sobre el judaísmo y los judíos, entre muchas asociaciones, el rechazo del cerdo ciertamente aparece en nuestra ...
Te invitamos a echar un vistazo al equipo de espionaje real que utilizaban agentes de diferentes países hace apenas unas décadas. ...