¡Oh, esos deliciosos tomates! 10 beneficios para la salud de las manzanas del amor
Tomates… dulces, jugosos, sabrosos y, lo más importante, ¡saludables! Bajo en calorías, sin grasa, alto en vitaminas. ¿Qué más exigirle a un vegetal saludable?
Aunque los tomates se asocian más a menudo con la cocina italiana, nos llegaron de América del Sur. Inicialmente, los tomates se cultivaban en México y los conquistadores los trajeron a Europa. Hoy es una de las hortalizas más vendidas del mundo. Los mayores productores de tomates son Rusia, Italia, España, Turquía y China. En Francia, esta verdura se llama pomme d'amour, es decir, "manzana del amor" (originalmente se creía que los tomates son afrodisíacos). En italiano, esta fruta se llama pomodoro - "manzana dorada", porque los primeros tipos de este vegetal eran amarillos.
¿Buscas un producto dietético? Incluye tomates en tu dieta. Y es por eso…
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1. Fuente de vitaminas y fibra dietética.
Los tomates son ricos en vitaminas A, C, K, B6, así como en ácido fólico y potasio. También son bajos en sodio y bajos en calorías. Además, los tomates contienen tiamina, niacina, magnesio, fósforo y cobre. Sin mencionar el hecho de que es una rica fuente de fibra dietética y agua. Una taza de tomates frescos proporciona el 57,3 % de la vitamina C diaria, el 22,4 % de la vitamina A y el 7,9 % de la fibra. Y otro 11,4% de la dosis diaria de potasio, 5,6% de niacina, 7% de vitamina B6 y 6,8% de ácido fólico.
2. Mejoran el estado de la piel.
El betacaroteno de los tomates (que también se encuentra en las patatas y las zanahorias) protege la piel de los dañinos rayos UV. El licopeno también hace que la piel sea menos sensible a la radiación ultravioleta, lo que previene las arrugas prematuras.
3. Los tomates fortalecen los huesos.
Los tomates también son buenos para el sistema musculoesquelético. La vitamina K y el calcio hacen que los huesos sean más fuertes y saludables. El mismo licopeno mejora la salud ósea y previene la osteoporosis. Por lo tanto, se recomienda a las mujeres mayores de 40 años que incluyan más tomates en su dieta.
4. Tomates contra el cáncer.
Y todo gracias al mismo componente: el licopeno. Protege al cuerpo del desarrollo de células cancerosas (en la próstata, el cuello uterino, los ovarios, la garganta, el cuello, el esófago, el estómago y los intestinos). Los antioxidantes que se encuentran en los tomates ayudan a combatir los radicales libres que dañan las células. Los beneficios del licopeno aumentan cuando los tomates se comen con alimentos ricos en grasas como los aguacates o el aceite de oliva.
5. Los tomates regulan el azúcar en la sangre.
El cromo en los tomates ayuda a mantener los niveles de glucosa del cuerpo en niveles óptimos. Esto, por supuesto, no significa que puedas comer dulces de manera imprudente si los tomates están presentes en tu dieta diaria. Al final, el equilibrio lo es todo.
6. Protección ocular.
La vitamina A en los tomates ayuda a mejorar la visión (especialmente de noche). Estudios recientes han demostrado que el consumo regular de tomates reduce el riesgo de degeneración macular.
7. Los tomates son buenos para el cabello.
¡No solo la piel mejora gracias a los tomates, sino también la línea del cabello! La vitamina A fortalece el cabello y lo hace brillante. Periódicamente haz de tu cabello una máscara de tomates.
8. Los tomates ayudan a los riñones y la vesícula biliar.
Los tomates previenen los cálculos renales y la obstrucción de la vesícula biliar. Estudios recientes han demostrado que las personas que consumen tomates sin semillas tienen menos probabilidades de desarrollar cálculos renales y problemas de vesícula biliar.
9. Los tomates alivian el dolor.
Los carotenoides y flavonoides en los tomates tienen increíbles propiedades curativas. Ayudan a aliviar el dolor, especialmente en la espalda.
10. Pérdida de peso.
Los platos a base de tomate te ayudarán a mantenerte en forma. Gracias al agua y la fibra, los tomates son un excelente refrigerio que llena. Perderás la sensación de hambre sin recurrir al consumo de alimentos grasos. Los tomates se pueden incorporar fácilmente a su dieta en una variedad de formas: en ensaladas, sándwiches, tortillas, sopas, al horno o como salsa. No importa cómo use los tomates, sepa que tomó la decisión correcta.
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