Cómo comer queso y no engordar
No importa cuánto nos guste el queso, desafortunadamente, no es muy útil para la figura, ya que contiene mucha grasa. Surge la pregunta: ¿es realmente necesario negarse constantemente el placer?
A continuación se presentan 10 consejos prácticos sobre cómo y en qué cantidad puede permitirse el queso, para que no dañe la figura.
Presta atención al contenido calórico del queso que compres. En Rusia, las cosas son muy difíciles con los quesos bajos en calorías, no es tan fácil encontrarlos como en Europa. Sin embargo, a veces hay ofertas muy interesantes en los estantes de los supermercados.
Trate de elegir una porción de queso. Queso en porciones es una salvación para aquellos que no pueden parar, por así decirlo, viola la medida. No se olvide del primer punto: cuanto menos grasa contengan los quesos, mejor.
Presta atención a de qué está hecho tu queso. Vivimos en una época en que las tecnologías se están moviendo más y más en términos de crear sabores naturales por medios químicos. Pase un poco de tiempo examinando el envase antes de poner el queso en la cesta. Cabe destacar que el queso elaborado a partir de animales alimentados con pasto está más enriquecido con omega-3.
Rallar el queso siempre que sea posible. Como regla general, el queso rallado necesita mucho menos para sazonar bien un plato o sándwich, y esta es otra oportunidad para obtener menos calorías.
No desperdicies tu cantidad diaria de calorías en queso falso. Esto se aplica al queso en tubos, queso para nachos (es mejor comer nachos sin él), queso procesado para hamburguesas con queso, salsas de queso para ellos, y así sucesivamente.
Elija un queso que naturalmente contenga menos grasa, pero que siga siendo rico en olor y sabor. Su mejor opción es queso de cabra, parmesano o mozzarella.
Aprende la diferencia entre quesos duros y blandos. Por lo general, el queso duro es más saludable que el blando, pero contiene más grasa. Alterne los tipos de quesos y no se olvide de la porción de queso.
No te pares al lado de un plato de queso. Normalmente comemos más cuando estamos aburridos o nerviosos. Para evitar que las emociones le den una gran dosis de calorías, elija platos más pequeños. O simplemente distraerse con platos menos altos en calorías.
Coma queso después del entrenamiento. Los quesos son ricos en aminoácidos que ayudan a restaurar el músculo. Los nutricionistas recomiendan la ricotta como aperitivo después del gimnasio, porque contiene menos calorías que otros quesos (171 calorías en 1/2 taza).
Preste atención a lo que come con queso (pan, panes, etc.). A menudo contiene muchas más calorías que el propio queso. Si va a tomar un refrigerio con una galleta o pan, asegúrese de que sean ricos en fibra.
Una gran adición para un refrigerio serán las frutas o verduras. Aquí hay algunas opciones: queso de cabra con remolacha, requesón con piña, ensalada de coles de Bruselas con almendras y parmesano desmenuzado.
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