9 alimentos que rara vez ves en un avión
Si bien probablemente haya escuchado muchos chistes sobre la calidad de la comida a bordo, las aerolíneas en realidad gastan millones de dólares investigando y desarrollando la comida que sirven a sus pasajeros. Pero no importa cuánto gasten, hay algunos alimentos que rara vez llegan al avión.
Según un estudio encargado por Lufthansa, el aire seco y la baja presión afectan la forma en que percibimos el aroma y el sabor. Se estima que perdemos alrededor del 30% de nuestro sentido del gusto mientras caminamos a través de las nubes. Para compensar esta pérdida de la capacidad de degustación, las aerolíneas a menudo agregan condimentos para que la comida sepa mejor.
La baja presión y el aire seco de la cabina no son los únicos factores con los que tienen que lidiar las aerolíneas. Existen muchas reglamentaciones federales que rigen la seguridad alimentaria en las aeronaves.
El costo y la eficiencia también son factores cuando las aerolíneas eligen qué ofrecer en sus vuelos. El plato debe ser lo suficientemente simple y bastante económico.
Con todos estos factores en mente, aquí hay 9 alimentos que rara vez se ven en el menú de una aerolínea.
9 FOTOS
1. Soufflé.
Notoriamente difícil de hacer en circunstancias normales, este es un plato delicado y es poco probable que sobreviva al viaje.
2. Las tortillas pueden ser poco apetecibles en un avión.
Si bien los huevos a veces se sirven en el vuelo, muchas aerolíneas evitan usarlos en sus menús. Nuestros sentidos del gusto y del olfato, muy reducidos, hacen que los huevos sean poco apetecibles.
3. Las tostadas pueden activar los detectores de humo.
A pesar de que algunas aerolíneas recurren a esta simple oferta, las tostadas fritas siguen siendo uno de los artículos menos ofrecidos en los vuelos. Tostar pan en un avión puede activar los detectores de humo.
4. Las frutas durián tienen un olor fuerte.
Durian es conocido como una de las frutas más apestosas de la tierra. Tan famoso es su aroma acre que ha sido prohibido en el transporte público en Singapur, e incluso a una mujer se le ha prohibido abordar un avión con él.
5. Productos relacionados con la gastronomía molecular.
Fantásticas piezas de magia creadas a partir de la gastronomía molecular se encuentran en los mejores restaurantes de Barcelona y Londres, pero no en su próximo vuelo económico. Las aerolíneas deben preparar cientos de miles de comidas al día de manera rápida y eficiente. En la gastronomía molecular, todo es complejo, lento y delicado.
6. Es probable que los quesos malolientes molesten a los pasajeros.
"Prohibido por el mal olor", los quesos malolientes rara vez se ven en los menús de las aerolíneas.
7. Los cacahuetes no son aptos para alérgicos.
Según un estudio reciente, ha habido un aumento del 21 % en la alergia al maní desde 2010.
8. El sushi es muy arriesgado.
El pescado cocido es un desafío logístico para la mayoría de las aerolíneas, y el pescado crudo será una pesadilla. Los asistentes de vuelo simplemente no tienen la práctica o el equipo necesario para servir sushi correctamente.
9. Delicias locales.
Las aerolíneas atienden a una clientela global que salta de un país a otro, por lo que deben atender una amplia gama de sabores y paletas y crear muchos platos. Delicias locales como la aleta de tiburón fermentada de Islandia o el balut de Filipinas serían difíciles de encontrar en vuelos internacionales.
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