"Shell Grotto": una de las atracciones más misteriosas de Gran Bretaña

Margate es una antigua ciudad situada en Kent, a orillas del Canal de la Mancha. Fundada en el siglo XIII, atrae a los turistas por sus monumentos arquitectónicos. En general, esta es una ciudad británica común y corriente, de las cuales hay decenas en el país. Sin embargo, hay una atracción que distingue a Margate de otras ciudades. Se trata de la misteriosa Gruta de las Conchas, cuyo origen los científicos no han podido explicar durante casi dos siglos.

Esta gruta única fue descubierta accidentalmente en 1835 por el granjero James Newlove. Estaba cavando un estanque para patos en su jardín cuando su pala cayó al vacío subterráneo. El granjero le pidió a su hijo Josué que bajara al hoyo y viera qué había debajo. Lo que vio el joven se convirtió en uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de esa época.

Debajo había una gruta en forma de túnel sinuoso de más de 20 metros de largo. Sus paredes y techos estaban decorados con sorprendentes adornos hechos de conchas marinas. Se estima que el desconocido artesano o equipo de artesanos utilizó alrededor de 4,6 millones de conchas en su trabajo.

James Newlove inmediatamente se dio cuenta de que tenía mucha suerte. Equipó la entrada, colgó lámparas de gas en las paredes de la gruta y la abrió para visitas, por supuesto, pagando una tarifa. Una multitud de curiosos, incluidos visitantes y residentes locales, se apresuraron a contemplar la curiosidad.

Inmediatamente después de la inauguración de la Gruta de las Conchas, comenzó un acalorado debate sobre su origen. Algunos creían que fue creado por sacerdotes antiguos, otros estaban seguros de que apareció recientemente y sirvió como refugio para una sociedad secreta. Algunos intentaron descifrar los intrincados patrones de las paredes y techos para comprender el origen y el propósito de la gruta. Casi todas las semanas aparecían nuevas versiones, pero ninguna de ellas fue confirmada.

Hasta ahora, la “Gruta de las Conchas” guarda su secreto. Se estudió a lo largo y ancho, pero nunca estuvieron más cerca de una solución. Millones de conchas de mejillones, ostras y otros mariscos forman patrones que no tienen análogos en ninguna cultura conocida. Entre ellos se pueden ver lirios, girasoles, árboles, serpientes, racimos de uvas, símbolos de fertilidad, estrellas de ocho puntas y algo parecido a los símbolos del sol.

Al final del túnel hay una sala que parece un altar. Está coronado por una cúpula que se eleva sobre la superficie de la tierra. A través de la abertura de la cúpula los rayos del sol penetran en el interior. Esta sala funciona como reloj de sol, pero sólo de marzo a octubre. El día del solsticio de verano, exactamente al mediodía, el sol está exactamente encima del centro de la cúpula. Los rayos del sol comienzan a iluminar la gruta poco antes del equinoccio de primavera y desaparecen sólo después del equinoccio de otoño.

Los científicos intentaron determinar la edad aproximada del monumento mediante la datación por radiocarbono, pero este método no dio resultados. El problema radica en las lámparas de gas que iluminaban la gruta en el siglo XIX. Con el paso de los años, las paredes se han ido cubriendo de una capa de hollín, lo que dificulta la investigación. Se supone que la antigüedad de los adornos que cubren las paredes supera los 3000 años.

En algunos lugares, el adorno está dañado debido a una instalación descuidada de la iluminación y a la explosión de una bomba alemana que cayó cerca de la cueva durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de estos daños, la gruta sigue siendo hermosa y atrae a miles de turistas de todo el mundo cada año.

Todavía quedan muchos misterios antiguos en el mundo, cuyas respuestas aún no se han encontrado.