Qué le Hacen al Cerebro las 9 Sustancias Nocivas Más Populares, como el Alcohol, el LSD y la Cafeína

Huela, y el mundo se convertirá en un colorido caleidoscopio de patrones de baile y ondas de sonidos; tome un sorbo, y los músculos de su cuerpo se extenderán como gelatina. Sí, diferentes sustancias le permiten a una persona explorar el mundo que lo rodea de maneras completamente diferentes, pero sus consecuencias no se pueden llamar agradables de ninguna manera. Entonces, ¿qué le hacen realmente las sustancias narcóticas al cerebro humano? Averigüémoslo.

Cuando el principio activo de la marihuana, el tetrahidrocannabinol, ingresa al cerebro, hace que sus células secreten el neurotransmisor "agradable" dopamina. La dopamina es parte del sistema de refuerzo del cerebro, nos hace sentir bien y disfrutar al máximo de cosas simples como la comida o el sexo. Sobreexcitado, el sistema de refuerzo crea una sensación de euforia. Es por eso que, en algunos casos raros, el uso excesivo de marihuana puede convertirse en un problema: cuanto más a menudo una persona entra en un estado de euforia, menos sentimientos experimenta.

Un estudio reciente mostró que el principal ingrediente psicotrópico de los hongos, la psilocibina, suprime la actividad cerebral normal y, en cambio, desencadena nuevas conexiones entre sus diversas áreas. Quizás son estas nuevas conexiones las que causan alucinaciones como "Veo sonidos" o "escucho colores" y le dan a los hongos el efecto de un antidepresivo. Debe tenerse en cuenta que comer hongos está asociado con riesgos para la salud, incluidas alucinaciones desagradables y una creciente sensación de ansiedad.

Al igual que cualquier otra droga, el alcohol afecta la química cerebral al cambiar los niveles de neurotransmisores, transmisores químicos que transmiten señales que controlan nuestro pensamiento y comportamiento. El alcohol ralentiza el pensamiento, la respiración y los latidos del corazón, deteniendo nuestros transmisores "excitadores", aquellos que generalmente aumentan los niveles de energía. Pero amplifica nuestros transmisores "inhibitorios", aquellos que generalmente nos calman. Por eso dicen: borracho y el mar hasta las rodillas.

El cerebro transforma la heroína en morfina, que se une a moléculas en las células cerebrales y corporales llamadas receptores de opioides. Afectan la percepción del dolor y las sensaciones agradables. Esto explica la sensación increíblemente fuerte de euforia que muchos experimentan cuando se les administra este medicamento. Dado que los receptores opioides también se encuentran en el tronco encefálico, el centro de control principal, una sobredosis puede provocar una respiración más lenta o detenida, daño cerebral, coma o incluso la muerte.

Un estudio reciente ha arrojado luz sobre el posible vínculo entre la heroína y los analgésicos opioides como vicodin u oxycontin. Las personas que abusaron de los opiáceos tenían 40 veces más probabilidades de comenzar a consumir heroína. Esto se debe a que la naturaleza del efecto de los opiáceos en el cerebro es similar al efecto de la heroína.

La cafeína es la sustancia psicotrópica más común en el mundo. Estimula el sistema nervioso central y eleva temporalmente el estado de ánimo. Pero también es capaz de aumentar el nivel de adrenalina, que se carga de energía y potencial para la actividad activa, pero al final puede provocar ansiedad e irritabilidad. En su estructura, la cafeína es similar a las moléculas de adenosina, lo que, a su vez, reduce los procesos de excitación en el cerebro. Reemplazarlo con cafeína conduce a un efecto estimulante.

Al igual que los hongos mágicos, el LSD es un alucinógeno. Los alucinógenos afectan principalmente al área del cerebro responsable de regular nuestro estado de ánimo, pensamientos y percepción, pero también afectan la forma en que respondemos al estrés. El LSD causa una variedad de alucinaciones, por ejemplo, bajo su influencia puede sentirse volando o ver su propia muerte desde el exterior. Los efectos a corto plazo del LSD pueden incluir impulsividad, un cambio rápido de emociones de euforia a tristeza, mareos y aumento de los latidos cardíacos.

Dado que flakka es una droga relativamente nueva, el mecanismo de su efecto en el cerebro aún no se ha estudiado a fondo. Por el momento, puede compararlo con "parientes" cercanos como la cocaína o la anfetamina. Estos medicamentos causan una avalancha de dos sustancias: dopamina (un neurotransmisor "bueno") y norepinefrina, que acelera los latidos del corazón y aumenta el nivel de excitación. Como la mayoría de las otras drogas, flakka tiene "productos de desecho". A menudo, esto se expresa en el hecho de que una persona vuelve al consumo de drogas una y otra vez para deshacerse de los sentimientos negativos. La sobredosis se asocia con efectos secundarios como ansiedad, paranoia, alucinaciones y comportamiento agresivo.

El éxtasis, o MDMA, excita la actividad de al menos tres neurotransmisores diferentes, incluidos la dopamina, la norepinefrina y la serotonina, que desempeñan un papel crucial en el mantenimiento del buen humor. Los niveles elevados de serotonina pueden explicar el aumento del estado de ánimo y la energía que experimentan las personas que han tomado MDMA, pero una disminución en el nivel de la misma serotonina también es la causa de largos días de melancolía. Los científicos han demostrado que el uso crónico de MDMA (un par de píldoras cada fin de semana durante varios años o 10-20 tabletas por fin de semana) tiene un efecto muy negativo en la función cerebral. Las personas que toman MDMA pierden constantemente la memoria y la capacidad de percibir claramente la información.