Gay británico adoptó a cuatro niños discapacitados y es inmensamente feliz

Muchos británicos han oído hablar del inglés Benjamin Carpenter, de 33 años, de la ciudad de Shipley, en West Yorkshire: su ejemplo es realmente inspirador. Siempre soñó con ser padre, pero debido a su orientación sexual no tradicional y la falta de una pareja permanente, decidió que la adopción sería la mejor salida. Después de todo, hay tantos huérfanos en el mundo que necesitan el afecto de los padres.

Benjamin tardó tres años en convencer a las autoridades de tutela de que se le podía confiar a los niños. Ahora tiene una gran familia: cuida de cuatro niños con necesidades especiales.

Fuente: Gays con niños

Conoce a Benjamin Carpenter, un británico de 33 años que, gracias a su amable corazón, es muy conocido en su tierra natal.

Ahora Benjamin está criando a cuatro hijos adoptivos con necesidades especiales. Y aunque ninguno de ellos está genéticamente relacionado con él, Carpenter quiere darle a cada uno de estos niños la oportunidad de una vida feliz. Al mismo tiempo, tardó tres años en convencer a los servicios de tutela de la seriedad de sus intenciones.

Benjamin comenzó su viaje hacia la paternidad con muchos hijos en 2008, cuando adoptó a su primer hijo, un niño llamado Jack. Jack tiene ahora diez años. Padece autismo y trastorno obsesivo-compulsivo autoinmune.

La pequeña Ruby tiene 6 años. Nació con la anomalía de Robin, una malformación congénita de la región maxilofacial. Además, no tiene huesos radiales en las manos. La niña también sufre de escoliosis y problemas de visión.

Lilly, de 5 años, media hermana de Ruby, sorda de nacimiento. Así que toda la familia aprendió el lenguaje de señas para comunicarse con Lilly.

El más joven de la familia es Joseph, de 2 años. El niño tiene síndrome de Down, así como una colostomía, un ano artificial, por lo que el bebé se ve obligado a caminar con una bolsa de colostomía.

Cuando Benjamin acogió a Jack, se convirtió en uno de los hombres homosexuales más jóvenes del Reino Unido en adoptar un niño, con solo 23 años.

Benjamin admite que, a pesar de la fama y el apoyo masivo, a menudo tiene que enfrentar dificultades en la comunicación: miradas de reojo, comentarios y prejuicios.

Según Carpenter, está completamente satisfecho con la elección que hizo.