En Nueva Zelanda, una foca entró en la casa y tomó el lugar de un gato
Categorias: Animales | Positiva
Por Pictolic https://pictolic.com/es/article/en-nueva-zelanda-una-foca-entr-en-la-casa-y-tom-el-lugar-de-un-gato.htmlUna cría de foca entró en la casa de la familia Ross de Nueva Zelanda a través de la puerta del gato. Mientras el invitado no invitado exploraba la casa, el gato de Coco se escondía con los vecinos. La mascota recibió un estrés grave y necesitaba la ayuda de un psicólogo especial. Afortunadamente, este es el único momento negativo de esta divertida historia.
La casa perteneciente a la familia Ross se encuentra a solo 150 metros de la línea de surf. Por lo tanto, la pequeña foca no tuvo que recorrer un camino largo y peligroso para llegar a las personas que la visitaban. La anfitriona, Jane Ross, dijo que se levantó temprano ese día, poco después de las cinco. La mujer planeaba visitar el gimnasio y tenía prisa, por lo que no le interesaban los extraños ladridos que sonaban muy cerca. Decidió que era el perro de alguien que se había metido accidentalmente en el patio.
Jane se subió al coche y se dedicó a sus asuntos. Encontró a la linda y pequeña foca solo un par de horas después, después de regresar del entrenamiento. Había dos niños en la casa en el segundo piso, pero estaban profundamente dormidos y no escucharon lo que estaba sucediendo abajo. La mujer llamó al Departamento de Protección de la Naturaleza y dos horas más tarde llegó un empleado competente.
Mientras esperaba a un especialista, la foca deambulaba por la casa, se acostaba en los sofás y, en general, disfrutaba mucho de la situación. Un empleado del departamento "empacó" fácilmente al animal en una red, lo cargó en un automóvil y lo llevó de regreso al océano. Tal es la historia de un final feliz. Pero más tarde resultó que también había víctimas en él. Coco, la gata, al ver a un invitado inusual, se escapó con los vecinos.
Allí se quedó hasta que el dueño se la llevó. Coco, apenas entrando en su casa, corrió al segundo piso. Ella se negó categóricamente a bajar a los pasillos y habitaciones donde olía a un animal alienígena. Con toda su apariencia, retrató el descontento y la decepción. Para ayudar a la mascota a sobrellevar el estrés, Jane Ross la llevó a una cita con un psicólogo de gatos.
Irónicamente, el esposo de Jane, Phil Ross, es biólogo marino. Estaba fuera cuando sucedió, y lo siente mucho.
En otras palabras, Phil cree que el caso del sello es el único momento en que su rara profesión podría ser útil en la vida cotidiana. El científico también agregó que no hay nada antinatural en el comportamiento de la joven foca. En esta época del año, los jóvenes se separan de sus padres y comienzan a explorar activamente el mundo que los rodea. En general, las focas son criaturas muy lindas — las fotografías de Adam Hanlon nos convencen de esto.
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