El Índice del Lápiz Labial Rojo y otros ocho esquemas para ayudarte a comprender la economía
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Por Pictolic https://pictolic.com/es/article/el-ndice-del-lpiz-labial-rojo-y-otros-ocho-esquemas-para-ayudarte-a-comprender-la-economa.htmlLa economía parece algo complicado: gráficos, porcentajes, previsiones… ¡Te da vueltas la cabeza! ¿Pero qué pasa si lo miramos a través del prisma de las cosas simples e incluso divertidas? Resulta que en el mundo existen indicadores inusuales que ayudan a comprender qué está pasando con el dinero, sin necesidad de conferencias aburridas. Hoy analizaremos el “índice del lápiz labial rojo” y otros esquemas interesantes que revelarán la economía desde un lado inesperado.
En 2001 se empezó a utilizar el "índice del lápiz labial" para determinar la crisis económica del país. Fue propuesto por Leonard Lauder, el fundador y propietario de la famosa empresa estadounidense Estee Lauder. Funciona de forma sencilla. Las mujeres, incluso en las situaciones financieras más difíciles, se esfuerzan por lucir bien y les encanta mimarse con las compras.
Cuando no hay problemas de dinero, la gente compra ropa, joyas, perfumes caros y bolsos. Pero si las cosas van mal, el coste de las compras baja. Las mujeres están renunciando a las cosas caras, pero no a las compras en sí. Simplemente compran productos baratos para complacerse, por ejemplo, un lápiz labial rojo. ¿Por qué rojo? Se ha demostrado que este color mejora el estado de ánimo. Entonces, si las ventas de lápiz labial rojo se disparan, la economía está en problemas.
Si el lápiz labial te parece un indicador demasiado femenino, aquí tienes algo más serio: el "Índice Big Mac". Fue acuñado por la revista The Economist en 1986 como una forma humorística de entender en qué medida la moneda de un país está sobrevaluada o subvaluada. La idea es simple: comparar el precio de un Big Mac en diferentes países. Si en EE.UU. cuesta 5 dólares y en Rusia, digamos, el equivalente a 2 dólares, lo más probable es que el rublo esté infravalorado.
Este índice no es sólo una broma. Se basa en la teoría de la paridad del poder adquisitivo: idealmente, bienes idénticos deberían costar lo mismo en todo el mundo. Por supuesto, los impuestos y los costos de envío hacen sus propios ajustes, pero el Big Mac aún ofrece material interesante para pensar. Y, al mismo tiempo, una razón para investigar un poco sobre la comida rápida.
Otro indicador económico relacionado con las mujeres es el “índice de minifalda”. Es una de las más antiguas, ya que se utiliza desde 1926. Fue entonces cuando el economista estadounidense George Taylor, que enseñaba en la Wharton School of Business, notó una tendencia interesante: en los buenos tiempos, las faldas más cortas están de moda.
Cuando la economía va bien, las mujeres usan faldas más cortas para lucir sus hermosas y caras medias. Cuando el poder adquisitivo de un país cae, la gente usa faldas largas. Ayudan a ocultar medias baratas y de mala calidad. Se ha observado que los vestidos más largos del siglo XX fueron usados por las mujeres estadounidenses durante la Gran Depresión.
No es ningún secreto que la sociedad moderna es una sociedad de consumo. Una persona moderna no sólo compra cosas necesarias y útiles, sino también artículos de moda y con estilo. Además, muchas personas realizan compras impulsivas o van de compras para levantar el ánimo. Por supuesto, cuanto más compramos, más tiramos. Este indicador tiene en cuenta el “índice de basura”.
El volumen de residuos producidos en un país depende directamente de su PIB. Los economistas de Bloomberg Michael McDonough y Carl Riccadonna señalaron una vez que el volumen de residuos transportados por ferrocarril refleja con mayor precisión el nivel de actividad económica de los ciudadanos. Reducir la cantidad de residuos puede agradar a los ambientalistas, pero no a los economistas.
Y ahora un tema muy cercano y cotidiano: el “índice de la taza de café”. Los economistas han observado que cuando a un país le va bien, más gente aparece en las calles con café para llevar. Las oficinas están llenas de vida, las reuniones se suceden una tras otra, todos corren a algún lugar con un vaso de papel en la mano. Pero tan pronto como la economía se desacelera, el café desaparece: la gente comienza a ahorrar y sale menos.
Camina por tu ciudad y observa más de cerca. Si hay muchas personas a quienes les gusta tomar capuchinos para llevar, es probable que las cosas vayan bien. Y si las copas han desaparecido, quizá sea momento de tener cuidado. Es una forma sencilla pero sorprendentemente precisa de capturar el estado de ánimo de la economía en la calle.
Y de nuevo un marcador femenino de la economía, que vuelve a estar conectado con la belleza. El "Índice de Peinados" funciona de la misma manera que el anterior: durante una crisis, los peinados se vuelven más largos. No es ningún secreto que los cortes de pelo cortos son más exigentes en términos de cuidado, ya que requieren un peinado cuidadoso. También necesitan mantenerse en forma constantemente visitando salones de belleza. Por supuesto, todo esto cuesta dinero.
Cuando la economía está en ruinas, cada lata de producto de peinado vale su peso en oro y las visitas regulares al peluquero son costosas. Por eso, es mucho más fácil y rentable llevar rizos largos, que solo necesitan lavarse con champú y peinarse. Otra razón para alargar el peinado durante periodos de inestabilidad financiera está relacionada con la psicología. Las mujeres intentan inconscientemente esconderse de sus problemas tras las anchas espaldas de un hombre. Para lograrlo, intentan igualar lo máximo posible las características del sexo débil y parecer femeninas.
Los expertos han señalado que durante una recesión económica, la demanda de productos de lujo disminuye significativamente. Los bolsos, chaquetas y zapatos más caros de marcas famosas están hechos de piel de cocodrilo. Durante los períodos de prosperidad, resulta que hay muchas personas que desean comprar artículos exóticos tan caros. Esto se tiene en cuenta mediante el llamado “índice de cocodrilo”.
Pero todo cambia cuando comienza la crisis económica. Incluso los millonarios son menos propensos a fijarse en artículos de lujo y la demanda de productos de cocodrilo está cayendo drásticamente. Esto afecta a los propietarios de boutiques, fabricantes de ropa y propietarios de granjas de cocodrilos. Algunos cocodrilos son felices: viven y se reproducen pacíficamente en cautiverio, sin temor a represalias.
Las estadísticas muestran que durante los períodos de crisis económica, el número de divorcios disminuye drásticamente. No hay nada sorprendente en esto: los tiempos difíciles no son el mejor momento para cambios drásticos en la vida, y la gente intenta permanecer unida. Por eso se creó el “Índice de familia feliz”, teniendo en cuenta el número de divorcios.
Los expertos creen que este índice funciona de manera diferente en distintos países. Esto está relacionado, en primer lugar, con la mentalidad establecida. No es habitual que nos alegremos de los éxitos ajenos, pero sí es normal acudir en ayuda de quienes se encuentran en situaciones difíciles. Durante una crisis, las esposas sienten pena por sus maridos descarriados y los perdonan más. Los maridos, a su vez, a menudo rechazan a sus amantes, cuyos encuentros resultan caros.
Además, durante las crisis económicas, la gente tiene más probabilidades de solicitar préstamos e hipotecas. Pueden considerarse una garantía de una familia fuerte, pues pocas personas quieren quedarse solas con obligaciones financieras cuando el dinero escasea. Esta regla se aplica por igual en todo el mundo.
El más triste de todos los índices que hemos enumerado puede considerarse con seguridad el “índice de mortalidad de ciclistas”. Cuando los ingresos de las personas caen, a menudo empiezan a ahorrar en vehículos, que son costosos de reparar, mantener y repostar. En los últimos años, muchas personas han optado por cambiar su coche personal por el transporte público, en lugar de la bicicleta.
Para quienes no están acostumbrados a este medio de transporte, es más fácil adaptarse en provincias, donde el tráfico vial es mínimo. Pero en una gran ciudad, los ciclistas lo tienen difícil. El número de accidentes mortales que involucran bicicletas es directamente proporcional al número de recién llegados que eligen montar un “caballo de dos ruedas”.
Todos estos índices muestran lo inesperados y a veces hasta divertidos que pueden ser los indicadores económicos. Puede parecer sorprendente que el largo de una falda o la popularidad del lápiz labial rojo puedan decirnos algo sobre el estado de la economía global, pero las estadísticas confirman estos patrones. ¿Qué indicadores económicos inusuales ha observado? ¿Tal vez tenga usted observaciones personales que ayuden a predecir crisis o repuntes mejor que cualquier dato oficial? ¡Compártelo en los comentarios!
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