Diez cosas cotidianas que la gente usa para acercar el desastre ambiental global

Los científicos ambientales están tocando las campanas: el planeta Tierra está amenazado. Debido a la influencia humana, el ritmo de extinción de diversas especies de flora y fauna es 1000 veces mayor de lo normal. Como resultado, unas 20 mil especies se encuentran actualmente en peligro de extinción. Y lo peor es que cada uno de nosotros estamos acercando el desastre sin saberlo.

1. Los palillos chinos son una amenaza para los bosques

Cuando los amantes de la cocina china o japonesa cogen otro par de palillos de madera, es poco probable que piensen en el medio ambiente. Pero estos palos están teniendo un impacto devastador en los bosques de China.

China produce 80 mil millones de palillos desechables cada año, y la gran mayoría se usa y se desecha dentro de China. Producen 20 millones de árboles, normalmente árboles de veinte años. Como resultado, China sufre ahora un grave problema de deforestación. Actualmente, el país ocupa el puesto 139 en el mundo en términos de cubierta forestal per cápita.

2. Los anticonceptivos y los océanos

Quienes usan píldoras anticonceptivas deben saber que estas píldoras también previenen el embarazo en animales marinos. En 2014, investigadores de la Universidad de New Brunswick publicaron los resultados de un estudio que abarcó varias décadas. Estudiaron la composición de las aguas residuales tratadas y su impacto en los ecosistemas de agua dulce.

Los científicos han descubierto que incluso pequeñas cantidades de estrógeno en el medio ambiente pueden acabar con especies enteras. En un experimento de 2001, se agregaron pequeñas cantidades de estrógeno, uno de los ingredientes activos de las píldoras anticonceptivas y de los medicamentos de terapia hormonal, a un lago de agua dulce en un centro de investigación de Ontario. Como resultado, los peces dejaron de reproducirse.

Las hormonas que el cuerpo no absorbe terminan en el sistema de alcantarillado. En zonas donde las aguas residuales se vierten en lagos y ríos, en promedio el 85% de los peces son hembras, un marcado contraste con el 55% habitual.

3. Prozac: muerte para los pájaros

Un gran número de personas toman el antidepresivo Prozac. Sin embargo, pocas personas saben que al hacerlo tienen un impacto negativo en el medio ambiente. La cantidad de antidepresivos (particularmente Prozac) que se encuentran en el medio ambiente podría ser potencialmente mortal para las aves, según un estudio de la Universidad de York.

Los científicos midieron la cantidad de Prozac en las lombrices de tierra que obtienen el fármaco de las aguas residuales. La dosis era pequeña, sólo del 3 al 5 por ciento de la dosis humana promedio. Luego alimentaron con gusanos mezclados con Prozac a un grupo de control de 24 estorninos y monitorearon su comportamiento durante los siguientes seis meses.

Los pájaros mostraron el mismo efecto secundario que algunas personas: perdieron el interés por la comida y dejaron de comer. Los pájaros también perdieron interés en el sexo opuesto.

4. Las pajitas para beber son un desastre para el océano.

Resulta que las pajitas comunes que se insertan en los vasos de bebidas en restaurantes y cafeterías son peligrosas para la ecología del planeta. Sólo en Estados Unidos se utilizan cada día unos 500 millones de estos artículos.

Durante los últimos 25 años, se han recolectado aproximadamente seis millones de pajitas para beber en playas de todo el país. En los océanos del mundo, las pajitas son uno de los 10 tipos de basura más comunes. Las pajitas están hechas de polipropileno, un plástico que no se desintegra ni se disuelve. Millones de pajitas constituyen una gran parte de las 12 a 24 toneladas de plástico que los peces y otros animales marinos ingieren cada año. Alrededor de un millón de aves marinas mueren cada año por comer plástico.

5. La delicadeza como estímulo de cepas peligrosas

Las ranas, un plato original francés, se han convertido en un alimento tan popular en todo el mundo que ya ha surgido una enorme industria para el cultivo de estos anfibios. Las ranas suelen exportarse desde América del Sur, donde se crían en granjas especiales.

Japón y Estados Unidos son los dos mayores importadores de ranas (solo Estados Unidos importa más de 5 millones de ranas cada año). Muchas de las ranas enviadas desde América del Sur están contaminadas con hongos quitridio. Este hongo es absolutamente inofensivo para los humanos, pero muta constantemente y sus nuevas cepas ya pueden ser mortales.

6. El jabón antibacteriano es una amenaza para el medio ambiente

Desde hace años se viene debatiendo la eficacia del jabón antibacteriano y cómo afecta al medio ambiente. La Universidad Johns Hopkins realizó un estudio para ver qué sucede con todos los químicos antibacterianos de los jabones antibacterianos una vez que se van por el desagüe. Los químicos más utilizados en el jabón antibacteriano son el triclocarbán y el triclosán.

Aunque estas sustancias se eliminan de las aguas residuales durante el proceso de tratamiento, luego terminan en el suelo y finalmente en las aguas superficiales. La descomposición del triclocarbán libera carcinógenos y la descomposición del triclosán produce cloroformo. Estas sustancias químicas terminan en las plantas, los animales y el cuerpo humano.

7. La arena para gatos como peligro global

Las personas que tienen un gato en casa probablemente compran arena para gatos. La mayoría de estos sanitarios utilizan arcilla bentonita como absorbente. Su extracción se realiza únicamente mediante minería a cielo abierto, lo que tiene un impacto catastrófico en el medio ambiente.

8. Piscifactorías: causas de desastres ambientales

Los peces de piscifactoría están provocando verdaderos desastres medioambientales. El cultivo de camarón en condiciones artificiales ha provocado una degradación a gran escala del suelo en las zonas costeras, la destrucción de reservorios naturales y la salinización del agua potable.

En las salmoneras se alimenta a los peces como si fueran para el matadero, lo que siempre provoca la aparición de una gran cantidad de excrementos de pescado en el agua. Las piscifactorías también utilizan una variedad de productos químicos que dañan el ecosistema en su conjunto.

9. Los productos de soja siempre se han promocionado como una alternativa más saludable y respetuosa con el medio ambiente que los productos lácteos. Desafortunadamente, estudios recientes han demostrado que el impacto ambiental de la producción de soja es bastante devastador.

La soja no sólo la consumen los humanos; alrededor del 80 por ciento de la soja producida en todo el mundo se destina a la alimentación del ganado. Existe una enorme demanda de soja en el mundo, por lo que cada año se necesita más y más espacio para cultivarla. Desde 2008, la deforestación en Brasil ha alcanzado tal nivel que ha comenzado una verdadera deforestación en el país. Greenpeace dijo que sólo en 2005 se plantaron alrededor de 1,2 millones de hectáreas de soja en Brasil, en antiguas tierras de selva tropical.

10. El desperdicio de alimentos como problema global

A la mayoría de las personas en la infancia sus padres les decían que el almuerzo o la cena debían comerse hasta el final. Sin embargo, no tenían idea de cuán grande era realmente el problema. Cada año, el desperdicio mundial de alimentos aumenta en aproximadamente 1.300 millones de toneladas.

Así, se envían 750.000 millones de dólares al año a los vertederos, al tiempo que se causan enormes daños al medio ambiente. La producción de alimentos produce 3.300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero cada año y desperdicia 3 veces más agua de la que produce un río como el Volga en un año.

Alrededor del 28 por ciento de toda la tierra agrícola se utiliza en realidad para generar futuros desperdicios de alimentos. Al mismo tiempo, unos 870 millones de personas padecen hambre.