Cómo Salvador Dalí descendió al infierno de Dante

La famosa "Divina Comedia" de Dante Alighieri comienza con el hecho de que el poeta, a la mitad de su vida terrenal, se encontró en un bosque oscuro, desviándose del camino recto. El poema comienza, francamente, no muy inspirador. Esto recuerda más al comienzo de alguna historia de miedo o de una sangrienta historia de detectives. Con su obra, Dante hizo una gran contribución al desarrollo de la poesía y a la comprensión de la naturaleza humana, pero su principal logro fue la imagen que creó del infierno, que influyó en el concepto de infierno en la conciencia humana.

Hay nueve círculos en el infierno de Dante, y en cada uno de ellos hay torturas y castigos cada vez más sofisticados y crueles, fuego, hielo, criaturas míticas y demonios terribles. La Divina Comedia es una alegoría sobre el pecado y la redención. Virgilio, otro poeta que también tocó el tema del infierno en su obra, se convierte en el guía de Dante en el infierno. Por supuesto, Salvador Dalí, un católico devoto, no podía ignorar ese tema. El hecho de que el poema hubiera sido ilustrado previamente por William Blake y Gustave Doré no hizo más que aumentar el atractivo del tema.

En 1957, las autoridades italianas pidieron a Salvador Dalí que creara una serie de 101 acuarelas para una nueva edición de La Divina Comedia, dedicada al 700 aniversario del nacimiento de Dante Alighieri y prevista para 1965. Dalí se puso a trabajar. Pero cuando la primera de las acuarelas de Dalí se exhibió en el Palacio Pallavicini-Rospigliosi de Roma, parte del público italiano se mostró descontento de que se hubiera contratado a un español y no a un italiano para rendir homenaje al mayor poeta de su país. El proyecto fue rápidamente abandonado.

Pero Dalí no se avergonzó por esto y terminó de trabajar en las ilustraciones. En 1964, recurrió a su editor francés Joseph Fauré, que entonces estaba trabajando en la publicación de un volumen de ilustraciones de Dalí para una nueva edición de Don Quijote. El artista propuso realizar una nueva edición del poema de Dante Alighieri con sus ilustraciones. Fauré mostró una selección de acuarelas de Dalí a la editorial Les Heures Claires, que se mostró entusiasmada con el proyecto.

A dos grabadores, Raymond Jacquet y su asistente Taricco, se les encomendó la tarea de tallar a mano los 3.500 bloques de madera necesarios para reproducir las acuarelas de Dalí. Se ha publicado una edición limitada del libro en italiano. Se pueden comprar en línea reimpresiones de las ilustraciones en acuarela de Dalí para La Divina Comedia.

En las ilustraciones, se notan los detalles característicos de Dalí: extremidades alargadas, rostros extendidos y un estado de ánimo ansioso. Aunque sus ilustraciones no se pueden comparar con las obras de Dore y Blake, las obras de Dalí crean una interpretación surrealista del infierno y todos sus castigos.