Una mujer de 27 años no ha comido nada más que fruta y se siente genial
La australiana Anne Osborne cumplió recientemente 52 años, pero la edad real de una mujer no se corresponde en absoluto con su estado interior. Ella admite que ha estado sintiendo una ligereza, energía y resistencia increíbles durante décadas, y todo gracias a su dieta única.
Durante 27 años, Anne Osborne no ha comido más que fruta y no bebe más que jugo y agua. La mujer habló en detalle sobre sus sentimientos, las razones del cambio drástico en la dieta y la condición física después de cambiar al fructorianismo en una entrevista.
Una fuente: MetroAnn Osborne se autodenomina vegana, a pesar de que su dieta es algo más que renunciar a la carne y los productos lácteos. Durante 27 años, una mujer no ha comido nada más que frutas crudas, complementando periódicamente su dieta con varios jugos y agua corriente. En vacaciones, Ann se permite beber un vaso de refresco.
El camino de Ann Osborne hacia una vida saludable comenzó a la edad de 25 años. La niña decidió deliberadamente renunciar a los productos de origen animal y, finalmente, reemplazó por completo todos los platos del menú con frutas crudas.
Ann no cambió sus principios, incluso cuando dio a luz a su segundo hijo. Además, sus dos hijos crecieron con la misma dieta y nunca tuvieron problemas de salud, según Osborne.
Junto con la leche materna, su hijo menor, a medida que crecía, también recibió nueces, semillas y frutas crudas. Ahora los hijos de Osborne tienen 27 y 14 años, pero siguen los principios del vegetarianismo, aunque sin restricciones como su madre.
Ann admite que nunca ha perseguido la figura perfecta. El objetivo principal de cambiar a una dieta estricta era mejorar el bienestar físico y el estilo de vida en general.
Ann dice que el fructorianismo no interfiere con su vida diaria de ninguna manera. Si una mujer va a un café con sus amigas, aprende su menú con anticipación, y si no hay fruta fresca en él, simplemente se lleva la comida con ella.
"Solo le pido al camarero que coloque la fruta en un plato y la sirva con el resto del pedido."
Sin embargo, hay varias desventajas en dicha dieta. En primer lugar, desde un punto de vista médico, comer frutas solas puede provocar una falta de nutrientes y vitaminas. Además, una persona que sigue una dieta de este tipo recibirá muy pocas calorías.
Y el fructorianismo no es barato. Esto lo contó la propia Anne Osborne. Comprar comestibles durante una semana le cuesta a una mujer unos 200 dólares australianos (9.200 rublos).
Antes de cambiar a una dieta de este tipo, se recomienda encarecidamente consultar a un médico. En el futuro, un fructoriano necesita controlar regularmente su peso para mantenerlo dentro de un índice de masa corporal saludable.