¡Siéntate! La historia del perro Pep, que recibió una sentencia de cadena perpetua debido a una acusación falsa
La prisión federal del estado de Pensilvania es principalmente conocida por el hecho de que el legendario gángster Al Capone cumplió su condena allí. Y en segundo lugar, por el hecho de que se convirtió en el refugio de un perro llamado Pep.
El 24 de agosto de 1924, el Labrador negro Pep fue condenado a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional. Según una leyenda difundida en los periódicos, fue acusado del brutal asesinato de un gato que era tan amado por la esposa del gobernador del estado Gifford Pinchot. A pesar del hecho de que el propio Pep vivía en esta familia. El gobernador usó su influencia para mandar al perro a prisión. Incluso fue fotografiado como un prisionero ordinario, y se le asignó el número-C-2559.
Una historia increíble. Especialmente considerando que Pep no mató a ningún gato…
Pep llegó a la familia del Sr. Pinchot como un cachorro pequeño. Un pariente del gobernador, que trabajaba como criador, le dio el Labrador al político cuando fue elegido gobernador del estado. Al principio, Pep era adorado, pero pronto creció y comenzó a masticar muebles como un loco. Ninguna cantidad de castigo podría destetarlo de este hábito. Los dientes del Labrador dañaron tantas almohadas que los dueños decidieron deshacerse del perro. Pero no se atrevieron a dormirlo.
Durante un viaje de trabajo a Maine, Pinchot encontró una salida. Se enteró de que los perros son especialmente colocados en algunas de las cárceles para que los presos no perder el ánimo. El gobernador discutió esta opción con el gobernador de la prisión de Pennsylvania, y él estuvo de acuerdo. Así que Pep terminó entre rejas. Le tomaron una foto como broma.
¿Pero cómo apareció la leyenda de que Pep es un criminal? Aparentemente, esta historia fue compuesta por un reportero de un periódico local. Decidiendo calentar el interés de los lectores, le preguntó al hijo del gobernador sobre los matices, y juntos se les ocurrió una historia.
Esa prisión fue cerrada en 1971. Y ahora es un objeto turístico. La gente viene principalmente a mirar a la cámara en la que Al Capone estaba sentado. Para ellos, se colgó un cartel en memoria del" famoso prisionero Pepe", quien, por cierto, fue enterrado en el territorio de la prisión.
Palabras clave: EE.UU. | Animales | Perros | Historia | Prisioneros | Enjuiciamiento | Prisiones