¿Por qué no podemos dormir sin una manta, incluso en una noche calurosa?
Te encuentras dando vueltas por la noche y lo único que te ayuda es tu manta. Parecen tener poderes mágicos y nos dormimos más rápido. Incluso las noches calurosas no están completas sin una manta. Hay varias razones por las que estamos tan apegados a ellos, y una vez que sabes por qué, todo tiene sentido.
Descubrimos por qué usamos nuestras mantas y ahora lo estamos compartiendo con todos ustedes.
5 FOTOS
1. Regula nuestra temperatura corporal.
Somos criaturas de sangre caliente, lo que significa que nuestro cuerpo regula su temperatura interna y esto es lo que nos ayuda a mantenernos calientes. Sin embargo, cuando estamos en un sueño profundo, todo nuestro control desaparece. Pero las mantas ayudan a nuestro cuerpo a regular y mantener la temperatura que necesitamos.
2. Las mantas son una parte esencial de nuestra rutina para dormir.
También somos "criaturas de hábitos" y esto tiene un gran impacto en por qué necesitamos nuestras mantas. Aunque no se trate de sentirnos seguros, llevamos toda la vida usando mantas. Por eso, cuando nos acostamos y nos tapamos con una manta, nuestro cuerpo recibe una señal de que es hora de dormir.
3. Las mantas reducen el estrés y la ansiedad.
La serotonina es una de las sustancias químicas que nos hacen sentir bien y que juegan un papel importante para mantenernos felices y tranquilos. Cuando estamos en un estado de estrés y ansiedad, es difícil conciliar el sueño. Sin embargo, tan pronto como nos cubrimos con una manta, la cantidad de este químico aumenta y estos sentimientos comienzan a desaparecer.
4. Las mantas nos ayudan a dormir.
Las mantas crean un microclima: una barrera en la que la temperatura no cambia mucho. Esto calienta nuestra piel y los factores ambientales que refrescan nuestro cuerpo no nos afectan tanto. Así, nos dormimos más rápido.
5. Nos sentimos protegidos y seguros.
Las mantas evocan una sensación de seguridad porque el miedo más común que teníamos cuando éramos niños era el miedo a la oscuridad. Entonces, cuando comenzó este sentimiento, nos metimos debajo de las sábanas. Fue nuestra escapada mágica la que combatió nuestro miedo y nos hizo sentir seguros. Esta sensación de seguridad permanece con nosotros hoy cuando estamos bajo las sábanas.
Palabras clave: Cobija | Sueños | Dormir bien | Estilo de vida | Hábitos de sueño | Personas | Hábitos | Quedarse dormido