La furia de la nieve: La ventisca más mortífera de la historia, que mató a 4 mil vidas
El 3 de febrero de 1972, uno de los desastres naturales más terribles en la historia del país comenzó en Irán. La ventisca que vino del Cáucaso rugió durante seis días. Un estado con un clima árido, donde la nieve generalmente cae solo en áreas montañosas, resultó naturalmente no estar preparado para tal ferocidad de los elementos.
La ventisca, que mató a más de cuatro mil personas, es considerada la más mortífera de la historia. A modo de comparación, el tornado más destructivo que ocurrió en Bangladesh en 1989 se cobró 1.300 vidas.
Para el 9 de febrero, cuando la avalancha de nevadas había disminuido significativamente, en el noroeste y en el centro del país, la altura de la cubierta de nieve alcanzó los tres metros, y en el sur, las dunas de nieve se elevaron a ocho metros. Cientos de asentamientos fueron aislados del mundo exterior: una tormenta de nieve cortó las líneas telefónicas y las líneas eléctricas, bloqueó las carreteras.
Como resultado, más de un centenar de aldeas y aldeas quedaron completamente destruidas. Las personas que se refugiaron en casas murieron cuando el techo se derrumbó o fueron enterradas vivas. No quedaron sobrevivientes en las aldeas de Kakkan y Kumar.
El gran número de víctimas se explica principalmente por el hecho de que los socorristas no pudieron acudir al rescate. La visibilidad casi nula hizo imposible moverse incluso en helicóptero. Muchos murieron de congelación y enfermedades sin tener los medicamentos necesarios. La temperatura del aire en esos días bajó a -20 grados centígrados.