Ken dejó de someterse a una cirugía plástica cuando casi pierde la nariz después de 43 operaciones
Ken, un hombre que se sometió a 43 cirugías plásticas para parecerse a una muñeca viva, dejó la cirugía después de casi perder la nariz. El brasileño Rodrigo Alves, de 33 años, corrigió la forma de la nariz por sexta vez, pero todo salió catastróficamente mal: comenzó el rechazo de tejidos y la necrosis. Para corregir el error, tuvo que someterse a su séptima rinoplastia.
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"Decidí cambiar a procedimientos que no requieren intervención quirúrgica, y volveré a la cirugía solo en caso de una necesidad médica de emergencia, como fue con mi nariz. Pero no he renunciado a la cosmetología estética, porque hay muchos procedimientos no invasivos que reemplazan la cirugía plástica. No me rindo en mis intentos de detener el proceso de envejecimiento natural", dice Rodrigu.
Rodrigo Alves ahora vive en Londres. Ya ha gastado más de 450 mil dólares para parecerse al novio de una muñeca Barbie, y recientemente también aseguró su cuerpo por un millón de libras después de que se le formara un agujero extra en la nariz.
Alves, que estaba de vacaciones en España, tuvo que pagar 52 mil dólares por una operación urgente de reconstrucción de nariz.
Hablando sobre los procedimientos que continuará usando para lucir joven, Rodrigu enumera la terapia de radiofrecuencia y la cavitación de la espalda y las piernas. "Pronto tendré varios implantes capilares más y me inyectaron células madre en el torrente sanguíneo. También me sometí al último procedimiento de congelación de grasa con Lipoglaze en los muslos, las nalgas y la cintura. Quiero lucir bella en bañador", dice la brasileña.
"Esto realmente me preocupa, incluso después de la liposucción hay algo que debe corregirse, y no quiero volver a hacer la liposucción. Sin embargo, todavía no hago ejercicio, por lo que necesito un poco de ayuda médica para reducir la cantidad de grasa en estas áreas. Simplemente ya no quiero pasar por procedimientos agresivos."
En la foto, Rodrigo antes de que comenzara a convertirse en un Ken vivo. En abril de este año, Rodrigo estaba de vacaciones en España cuando comenzó a formarse un agujero en la nariz. Fue trasladado en ambulancia a uno de los hospitales de Málaga, donde los médicos le encontraron necrosis: los tejidos comenzaron a morir debido a un flujo sanguíneo insuficiente, un efecto secundario después de la sexta rinoplastia. Los médicos le advirtieron que la infección podría comerle la nariz y convertirse en gangrena, y luego tendría que cortarse la nariz por completo.
En julio, se sometió a una operación de reconstrucción de diez horas, durante la cual se implantó cartílago de su muñeca en la nariz. Rodrigo estaba tan asustado por su salud que prometió no volver a pasar por el quirófano sin una necesidad médica aguda.
Rodrigo de niño.
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