El fotógrafo italiano Guido Argentini, que trabaja en Los Ángeles, tiene una verdadera pasión por la danza y la escultura. Desde 1995, Argentini ha estado filmando bailarines desnudos cubiertos con pintura plateada, que no solo enfatiza la gracia y la belleza de los movimientos, sino que también le da una atmósfera inusual a estas obras.
En 2003, se publicó el primer libro de Argentini, Silvereye, una exquisita serie de fotografías eróticas de estudio y paisaje.