Cómo la NASA voló un Boeing para Estudiar un Accidente de Avión desde el Exterior y el Interior

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En 1984, la NASA y la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos realizaron un accidente controlado de un avión Boeing 720 para probar nuevas tecnologías para la supervivencia de los pasajeros y la tripulación. La explosión se llevó a cabo a distancia, durante el experimento nadie, excepto los maniquíes, resultó herido.

Cómo la NASA voló un Boeing para Estudiar un Accidente de Avión desde el Exterior y el Interior

El 1 de diciembre de 1984, especialistas de la NASA y la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos realizaron un accidente controlado de un avión Boeing 720 para probar nuevas tecnologías de supervivencia para pasajeros y tripulación. El experimento se preparó durante más de 4 años y fue de acuerdo con el plan. La manifestación resultó ser impresionante: el fuego en la franja no pudo extinguirse durante más de una hora.

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Como resultado del experimento, se descubrió que hasta una cuarta parte de los pasajeros pueden sobrevivir en un accidente de este tipo, y los aditivos que reducen la atomización y evaporación del combustible no reducen la probabilidad de incendio, y también permitieron a los científicos sacar conclusiones sobre qué cambios en el equipo del asiento del pasajero son necesarios para mejorar la seguridad de los pasajeros.

Los ingenieros de la NASA también han descubierto que un sistema de aterrizaje de alcance centimétrico y un indicador de aviación colimador pueden ayudar a los pilotos a garantizar un aterrizaje más seguro.

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En la mañana del 1 de diciembre de 1984, un avión experimental despegó de la Base Edwards de la Fuerza Aérea en California. El coche fue controlado remotamente por el piloto de pruebas de la NASA Fitzhugh Fulton. Los tanques estaban completamente llenos con 34 toneladas de combustible. El avión volaba a una altitud de 700 metros.

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El tiempo de vuelo fue de 9 minutos, después de lo cual el coche siguió un suave descenso. Después de pasar la altura de toma de decisiones (46 metros), el avión giró ligeramente a la derecha de la trayectoria deseada y cayó en el llamado "rollo holandés".

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Continuando descendiendo con un cierto fallo más allá de la pista y a una velocidad por debajo de la velocidad requerida, el avión recibió un comando remoto para aterrizar.

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El avión tocó la pista con un giro hacia el ala izquierda, a pleno empuje. El morro del avión también se desvió hacia la izquierda. Se preinstalaron enormes dispositivos de metal en la franja para garantizar la circulación en círculos. Uno de ellos perforó el motor 3 detrás de la cámara de combustión, como resultado de lo cual el motor permaneció en el pilón del ala.

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El segundo dispositivo perforó el fuselaje, después de lo cual el combustible del motor quemado llegó allí y comenzó un incendio.

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Según los expertos, en una situación de emergencia real, el avión se habría comportado de manera algo diferente, pero el accidente resultó ser lo más plausible posible y nos permitió recopilar muchos datos que mejoraron aún más la seguridad de vuelo.

Palabras clave: Accidente | Avión | Experimento

     

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