Un hombre que sobrevivió a una caída desde el piso 47 todavía no le teme a las alturas

Según las estadísticas, si te caes del tercer piso, las posibilidades de supervivencia son de aproximadamente cincuenta y cincuenta. Al caer del décimo, casi ninguno. Sin embargo, un estadounidense de origen ecuatoriano, Alcides Moreno, de alguna manera milagrosamente logró mantenerse con vida después de volar 47 pisos.

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Fuente: BBC

Alcides y su hermano menor Edgar trabajaban como limpiadores de ventanas en Nueva York. La tragedia ocurrió el 7 de diciembre de 2007, cuando escalaron el rascacielos Solow Tower en el Upper East Side. Casi inmediatamente después de que los hombres subieron a la cuna de la construcción, los cables se deslizaron del soporte del techo.

Los hermanos Moreno.

Edgar se rompió primero y, volando 144 metros, golpeó el suelo a una velocidad de 190 kilómetros por hora. En ese momento, el cable también saltó del lado de Alcides.

Torre Solow.

Los bomberos y paramédicos llegaron y primero encontraron el cuerpo del menor Moreno. Se cayó sobre una valla de madera — era una imagen desgarradora. Se encontró a Alcides entre los fragmentos de metal de la cuna. El desafortunado hombre se aferraba al panel de control, su cuerpo estaba doblado de forma antinatural, pero aún respiraba y, según testigos presenciales, incluso trató de ponerse de pie.

Los bomberos trasladaron a Alcides a la ambulancia con el máximo cuidado, sabiendo que cualquier movimiento repentino podría provocar la muerte. En el hospital, resultó que el pobre hombre tenía múltiples lesiones en el cerebro, la columna vertebral, el tórax y la cavidad abdominal, así como costillas rotas, un brazo y ambas piernas.

Alcides (centro) en una reunión con los bomberos que lo salvaron.

Los médicos pusieron a Alcides en coma, le realizaron docenas de operaciones y le transfundieron 12 litros de sangre. Sorprendentemente, el hombre sobrevivió. El Dr. Herbert Pardes, director del Hospital Presbiteriano de Nueva York, lo calificó de milagro.

Alcides, su esposa Rosario y uno de sus hijos.

Tres semanas después, Alcides recobró el sentido y admitió que no recordaba haberse caído en absoluto. "Mi cabeza estaba completamente nublada", dijo.

La forma en que el hombre logró sobrevivir sigue siendo un misterio. Tal vez la cuna a la que se agarró se llevó la peor parte del golpe. Tal vez la estructura golpeó el rascacielos en vuelo, lo que ralentizó la velocidad de la caída.

"Estuve deprimido durante unos tres años", dice Moreno. - Me tomó tanto tiempo aceptar el hecho de la muerte de mi hermano. Es como si hubiera perdido a un hijo, era más joven que yo."

Después de recibir una gran compensación, el hombre se mudó con su familia a Arizona. El clima cálido es bueno para sus huesos. Alcides tiene ahora 46 años, y asegura que con mucho gusto volvería a su antiguo trabajo si su salud se lo permitiera.