Secretos ocultos dentro de los muros del archivo secreto del Vaticano

El 11 de febrero de 1929, el Vaticano se convirtió en un Estado soberano. La historia de la Santa Sede independiente comienza con la firma de los llamados Acuerdos de Letrán, un conjunto de documentos que definieron los derechos, privilegios y posición del Vaticano en el Reino italiano. Sin embargo, este evento tuvo un significado más formal: durante muchos siglos, el papado, sin considerar a nadie en particular, influyó en el destino del mundo entero.

En el archivo secreto del Vaticano, que ha sido desclasificado gradualmente desde finales del siglo XIX, hay una gran colección de manuscritos invaluables, evidencia del poder de la Santa Sede.

El archivo se separó de la Biblioteca Vaticana en 1610 bajo el Papa Pablo V y desde entonces ha sido el mayor depósito de secretos del mundo. La longitud total de los estantes, divididos en 650 departamentos, es de 85 kilómetros — más de 35 mil libros y documentos.

Según algunas fuentes, el archivo contiene la mayor colección de literatura oculta del mundo. Sin embargo, el interés no se despierta principalmente por los volúmenes sobre rituales místicos, sino por documentos históricos que cubren 16 siglos de historia humana.

"Todo está aquí, desde la vieja Europa hasta Asia, desde el descubrimiento de América hasta la Segunda Guerra Mundial, ningún país ha escapado a nuestra atención", dice Sergio Pagano, curador del archivo.

En la biblioteca se pueden encontrar manuscritos que cubren los procesos más destacados de la Inquisición, documentos sobrantes de la época de las Cruzadas, manuscritos de pensadores y científicos famosos.

Llama la atención la amplitud de los vínculos de la Santa Sede con personas importantes de todo el mundo. El archivo, por ejemplo, contiene una carta del líder de la tribu canadiense Ojibwa en 1887, en la que agradece al Vaticano el envío de un misionero.

El acceso al archivo para científicos se abrió en 1924. Primero, los documentos fueron desclasificados hasta mediados del siglo XIX. Gradualmente, el volumen de materiales disponibles aumentó, y ahora los especialistas tienen la oportunidad de estudiar documentos relacionados con el período anterior a 1939. Hace un par de años, se informó que el Vaticano tiene la intención de desclasificar sus archivos de la Segunda Guerra Mundial.