¿Por qué los pájaros esconden sus picos bajo sus alas?

Todas las aves, desde los colibríes hasta los pingüinos, esconden su pico o incluso toda su cabeza bajo el ala. Esta es una pose típica para aves que duermen o simplemente descansan en todos los continentes del planeta. ¿Por qué las aves hacen esto y pueden permanecer en esta posición durante horas, lo cual no es demasiado conveniente desde el punto de vista humano?

Las aves están cubiertas de plumas no solo para volar, sino también para una termorregulación efectiva. Gracias a las plumas, se crea una capa de aire entre el cuerpo y el medio ambiente. En el frío, esta capa no permite que el pájaro se congele, y en el calor ayuda a no sobrecalentarse. Así que la cubierta de plumas actúa como un termo. Pero el pico está desprovisto de plumas y es a través de él que se producen las mayores pérdidas de calor. Los científicos notaron esto usando una cámara termográfica: en su pantalla, el pico de cualquier pájaro es rojo.

Lo que podría ser más fácil para la evolución: cubrir al pájaro con plumas por completo para protegerlo en todas partes. Pero no todo es tan simple. Las plumas en el pico serían muy inapropiadas para alimentarse, construir un nido y cuidar a los polluelos. Algunas aves no tienen plumas en la cabeza, esto es conveniente para ellas. Recuerda al menos a los buitres. Estas aves meten sus cabezas dentro de los cadáveres cuando se alimentan y las plumas serían un serio obstáculo para ellos.

Pero la naturaleza encontró una salida elegante. Cuando la fisiología es incapaz de sobrellevarla, el comportamiento ayuda. Al esconder la cabeza bajo las alas, las aves se protegen de la pérdida de calor a través de su pico. Este descubrimiento se hizo relativamente recientemente, en 2017. Ecologistas de la Universidad Australiana Deakin observaron 9 especies de aves zancudas en la naturaleza durante 6 meses. Notaron que cuanto más baja es la temperatura del aire, más tiempo las aves mantienen su pico bajo el ala. En esta ocasión, incluso se escribió un artículo científico, publicado en las páginas de la revista Functional Ecology.

Los investigadores descubrieron que el pico puede enfriarse y sobrecalentarse. Y también aprendieron que no es fácil para las aves calentar esta parte del cuerpo. Con la ayuda de cámaras térmicas, los científicos han determinado que cuando la cubierta de plumas ya se ha calentado bajo los rayos del sol de la mañana, el pico aún permanece frío. Esto hace que las aves lo calienten bajo el ala, incluso cuando la temperatura ambiente es lo suficientemente alta.