Por qué los españoles se disfrazan de demonios y saltan por encima de los bebés

Una vez al año, en el pequeño pueblo de Castrillo de Murcia, en el norte de España, un hombre disfrazado de demonio amarillo salta sobre varios bebés. Este ritual es una especie de bautismo que limpia del pecado a los niños nacidos el año pasado y los protege de las enfermedades. Esta tradición se llama "El Colacho", y se celebra anualmente desde 1621 el domingo siguiente a la fiesta del Santísimo Cuerpo y Sangre del Señor, unos 60 días después de la Pascua Católica.

Como en el caso de muchas otras tradiciones europeas, las raíces paganas del rito de El Colacho se transformaron en cristianas. El día de la celebración, primero tiene lugar una procesión con demonios enmascarados, la comunidad católica del pueblo y el rector de la iglesia.

El salto en sí fue un acto de purificación como parte del ritual, pero dado que saltar sobre un bebé no se considera una tradición cristiana oficial, en algún momento el Papa Benedicto XVI pidió a los sacerdotes españoles que dejaran de participar en la celebración.

Sin embargo, la Iglesia española decidió, por el contrario, fortalecer su participación en esta tradición. Por lo tanto, ahora, después de que los demonios de El Colacho saltaron sobre los niños, el arzobispo de Burgos (la provincia en la que se encuentra la ciudad) bendice a los bebés y los rocía con agua bendita, dando al ritual características católicas.

El fotoperiodista Rodrigo Mena filmó la celebración de El Colacho de este año, que tuvo lugar el último fin de semana de mayo. Le contó a la revista Vice cómo fue.

"Ahora vivo en Madrid, pero crecí en Burgos. He visto informes sobre El Colacho en la prensa local todos los años cuando era niño, pero nunca tuve la oportunidad de venir a Castrillo de Murcia hasta este año. Estaba en Burgos y decidí que esta era una buena oportunidad para verlo todo con mis propios ojos, y no en la televisión.

Nadie con quien hablé me pudo decir exactamente de dónde viene el nombre de El Colacho. Los residentes de la ciudad sugirieron que esto podría ser una referencia a un manojo de crin, que el demonio usa para azotar a quienes lo ofenden. Por tradición, está vestido con un traje y una máscara de colores brillantes y sostiene este paquete en una mano, y en la otra mano tiene castañuelas.

El Colacho es el diablo encarnado. Salta sobre los bebés para limpiarlos, protegerlos de todos los problemas y enfermedades, especialmente de las hernias.

No he visto a nadie que protestara en contra de tal celebración. Llovía bastante ese día, pero toda la ciudad salió a las calles.

Entiendo que dos tipos disfrazados de demonios que saltan sobre bebés puedan parecer un poco sospechosos para quienes ven esto por primera vez, pero no es peligroso ni escandaloso en absoluto. Esta tradición se remonta a 1621, y nunca ha habido accidentes con niños. Este año lo vi de primera mano por primera vez, y cuando estás allí, puedes ver que El Colacho salta lo suficientemente lejos como para no pisar a los niños.

Este año, El Colacho saltó sobre un centenar de bebés. Esta tradición es muy importante para los padres, especialmente para aquellos que están fuertemente conectados con la comunidad de Castrillo de Murcia. Los niños vestían elegantemente y sus padres parecían muy felices. El ritual está diseñado principalmente para ellos: preparar el colchón, saltar, bendecir a sus hijos por el arzobispo.

La gente cuelga sábanas, manteles o tela blanca de los balcones como símbolo de limpieza para ahuyentar al diablo. Algunos colchones tienen pequeños altares decorados con flores y símbolos religiosos. Este año, las fuertes lluvias eclipsaron ligeramente la celebración, pero tan pronto como salió el sol, iluminó mantas y sábanas blancas brillantes."