¿Por qué el antiguo filósofo griego Diógenes vivía en un barril?
Por Pictolic https://pictolic.com/es/article/por-que-el-antiguo-filsofo-griego-digenes-viva-en-un-barril.htmlDiógenes de Sinope es uno de los filósofos griegos más famosos de la antigüedad. Pocos pueden explicar la esencia de sus enseñanzas, pero casi todos saben que el filósofo vivía en un barril. ¿Era realmente así? Y, de ser así, ¿qué llevó a un hombre anciano y sabio a elegir una vivienda tan inusual?
De hecho, Diógenes no pudo haber vivido en un barril simplemente porque los antiguos griegos no fabricaban tales recipientes en su época. Lo más probable es que la vivienda del filósofo fuera un pithos. Se trata de una gran vasija de arcilla que se utilizaba para almacenar productos a granel, principalmente grano.
Los arqueólogos han encontrado numerosos pithoi durante las excavaciones, tanto dañados como conservados. Estas vasijas parecían enormes jarras, de entre 1,5 y 2 metros de altura. Estaban completamente enterradas, lo que contribuía a mantener un microclima ideal para el almacenamiento de grano. La temperatura se mantenía estable, sin fluctuaciones bruscas.
Lo más probable es que el pithos de Diógenes no estuviera enterrado, sino de lado. Según la información que nos ha llegado, la «casa» del filósofo se encontraba en una de las plazas de Corinto, donde siempre se reunía mucha gente. Esto le permitía a Diógenes comunicarse fácilmente con los ciudadanos y darles consejos, independientemente de si se los pedían o no.
El filósofo ofreció activamente recomendaciones sobre cómo alcanzar la libertad espiritual. Al mismo tiempo, no dudó en burlarse de los transeúntes e incluso en ser descarado. Hoy en día, Diógenes probablemente sería considerado bromista, artista de performance, troll y quizás incluso punk. Si hubiera tenido cuentas en redes sociales, el éxito como bloguero estaría garantizado.
Diógenes solía sorprender a la gente hablando con estatuas. Explicó que así era como se entrenaba para mantenerse satisfecho, incluso si lo ignoraban. El filósofo solía caminar entre la multitud durante el día con una linterna encendida. La sostenía frente a los rostros de los transeúntes y los observaba atentamente. Este gesto simbólico representaba la búsqueda de la virtud y la honestidad, que, según Diógenes, siempre faltaban en la sociedad. Cuando le preguntaron qué le gustaría ser si pudiera elegir, el filósofo respondió: «Quiero ser un hombre».
Por su estilo de vida sencillo y cierta insistencia, lo apodaron "el que vive como un perro". En griego antiguo, esta expresión sonaba como "kinikos" o "cínico", lo cual explica muchas cosas. A Diógenes también se le llamaba a menudo "idiota", pero no es en absoluto lo que uno se imagina. Aunque el anciano hablador del pithos irritaba a muchos, con el tiempo se convirtió en un referente de Corinto y, posteriormente, se le conoció como un sabio.
La gente empezó a acudir a Diógenes en busca de consejo y guía, incluso desde lejos. Poco a poco, fue ganando adeptos. Un día, el propio Alejandro Magno visitó al filósofo. Al ver la modestia con la que vivía el sabio, el rey le preguntó cómo podía ayudarlo. A esto, el impúdico anciano respondió de inmediato: «No me tapes el sol». Así, Diógenes demostró su desprecio por el poder y la riqueza, y también enfatizó el valor de la autosuficiencia.
Por supuesto, Diógenes no eligió el pithos para vivir simplemente para gastar bromas a sus conciudadanos. Sus profundas convicciones lo llevaron a este estilo de vida. El filósofo creía sinceramente que la verdadera felicidad y la virtud no están relacionadas en absoluto con los bienes externos ni la comodidad. Con su existencia en tales condiciones, demostró ascetismo y un rechazo total a las comodidades y la riqueza habituales.
La vida en el pithos también demostró vívidamente que una persona sabia y autosuficiente necesita muy poco para ser feliz. De esta manera, Diógenes demostró que no depende de las opiniones ajenas ni de las normas generalmente aceptadas. Además, este estilo de vida acentuó su desprecio por los valores y las normas sociales generalmente aceptados.
Se puede afirmar con seguridad que vivir en un pithos no fue solo una decisión práctica. Fue un acto simbólico que reflejaba claramente las ideas filosóficas de Diógenes y su desafío a las normas y valores sociales. Pero, ¿qué opinas? ¿Era Diógenes un sabio que desafiaba a la sociedad o un excéntrico escandaloso que buscaba atención? ¡Comparte tu opinión en los comentarios!
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