Günter Rössler: el genio provocador de la fotografía erótica en la RDA.

Cuando se habla de Günter Rössler, se evoca una imagen de genialidad indecente. Se le ha llamado el Helmut Newton alemán, pero su obra se asemeja más a una fusión entre Newton y el cine para adultos de principios de los ochenta. Curiosamente, al propio fotógrafo nunca le gustó que lo compararan con su legendario colega. Rössler es inimitable. Fue un pionero del género erótico en Alemania Oriental y, durante mucho tiempo, su trabajo requirió no solo talento, sino también una cierta valentía. (Advertencia: Desnudez).

Günther Rössler nació en Leipzig en 1926. La guerra no lo perdonó, y en 1944, siendo muy joven, fue reclutado por el ejército. Sin embargo, su servicio militar fue breve. Durante un asalto a una colina fortificada, Rössler resultó gravemente herido. Fue capturado por el Ejército Rojo, donde permaneció más de un año. Tras la guerra, regresó a casa y en 1946 encontró trabajo como vendedor en una tienda de fotografía en Bad Nauheim.

En 1947, Ressler se matriculó en la Universidad de Diseño Gráfico y del Libro de Leipzig. Tras graduarse en 1951, trabajó como fotógrafo para diversas revistas de Alemania Oriental. Hasta principios de la década de 1990, el fotógrafo solo era conocido en su país natal, donde su nombre se hizo famoso por primera vez en 1979, cuando organizó una audaz exposición de fotografías eróticas en la ciudad de Grimme.

El evento fue recibido incluso con beneplácito por las autoridades, tras lo cual el fotógrafo, envalentonado, comenzó a organizar exposiciones por toda Alemania Oriental. Los críticos consideraron su obra «inofensiva», e incluso se permitió la asistencia de escolares. Naturalmente, el artista seleccionaba cuidadosamente sus fotografías, exhibiendo solo las más modestas.

En 1984, Günter Rössler se vio envuelto en una situación curiosa. Su fotografía fue publicada en Alemania Occidental por Playboy. La serie, publicada en la revista "burguesa", se titulaba "Chicas de la RDA". Parecía que el fotógrafo se había metido en un lío, pero salió impune. Sin embargo, Rössler solo recibió el 15 % de los 10 000 marcos alemanes occidentales que le pagaron; el resto fue confiscado legalmente por su patria socialista.

Para cuando cayó el Muro de Berlín, Rössler era el fotógrafo erótico más famoso de Alemania Oriental. A principios de la década de 1990, Günter se vio envuelto en otro escándalo. Tras la muerte de su esposa en 1991, Rössler se casó con su modelo, Kirsten Schlegel, 43 años menor que él.

El maestro admitió posteriormente que la relación comenzó mientras su esposa aún vivía. Kirsten tenía solo 14 años en aquel entonces. Tras su boda, fundaron la agencia de modelos VOILÀ!. En 2003, Kirsten dio a luz a la hija de Ressler. La pareja trabajó junta durante muchos años, y tras el fallecimiento del fotógrafo en diciembre de 2012, Schlegel continuó su labor.

Günther Rössler dejó un legado complejo: por un lado, un innovador audaz que transformó la percepción del erotismo en el arte; por otro, un hombre cuya vida suscita interrogantes y debates. ¿Dónde, en su opinión, se traza la línea entre el arte, la libertad de expresión y las normas morales?