Coco de mer: una palmera picante que te hace sonrojar
Categorias: Naturaleza
Por Pictolic https://pictolic.com/es/article/coco-de-mer-una-palmera-picante-que-te-hace-sonrojar1.htmlEn las islas de Praslin y Curieuse, en las Seychelles, crece una variedad única de palmera. El coco de mer, o palma de mar (Lodoicea maldivica), tiene un tronco esbelto que alcanza los 30 metros de altura. Las hojas crecen densamente en la parte superior y la copa puede tener hasta cinco metros de radio. Los árboles maduros suelen tener hojas con flecos en las puntas. Los bordes secos de las hojas cuelgan bajo la copa de una palmera.
Una palmera corriente, dices. Pero lo más interesante del coco de mer son sus enormes semillas. Estas son las semillas más grandes y pesadas de todo el mundo vegetal. Y esto tampoco es lo más inusual. La forma misma de estas semillas, que han hecho famosa a la palmera en todo el mundo, es inusual: recuerda mucho a las nalgas de una mujer. Coco de mer solía tener otro nombre científico: Lodoicea callipyge, donde callipyge en griego significa "hermosas nalgas".
Más leyendas y misterios rodean al coco de mar que a cualquier otro árbol del mundo. Hace siglos, antes de que se descubrieran y colonizaran las Seychelles, las nueces de coco de mer aparecían en costas lejanas, como las Maldivas, donde se desconocían esas palmeras. Allí eran recogidos de las playas y vendidos a otros países.
Debido a su forma y tamaño inusuales, esta nuez se consideraba un producto con poderosas propiedades afrodisíacas. Debido a que se vendía en las Maldivas, se le llamó coco de Maldivas. Este hecho se refleja en el nombre científico actual del coco de mar: Lodoicea maldivica.
Así es como se ve la inflorescencia de una planta masculina de coco de mar.
Si el fruto del coco de mar cae al mar, debido a su peso y densidad, se hunde hasta el fondo. Cuando un coco permanece en el fondo durante suficiente tiempo, su cáscara se erosiona y se cae. El interior de la nuez se descompone y los gases que se forman durante la descomposición hacen que la nuez hueca flote hacia la superficie del agua.
Muchos marineros vieron estas nueces flotando desde el fondo y pensaron que crecían en árboles submarinos en el bosque en el fondo del Océano Índico. Esta creencia le dio a la nuez su nombre: coco de mer, que en francés significa "coco de mar".
En la antigüedad, las nueces de coco de mer eran muy valiosas, y todas las nueces que se encontraban en el océano y en las playas automáticamente pasaban a ser propiedad del rey, quien las vendía a un precio muy alto o las regalaba como obsequios honoríficos y costosos. Los príncipes de Oriente Medio e incluso el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Rodolfo II estaban dispuestos a pagar una fortuna por estos raros tesoros.
Alrededor del siglo XVIII se descubrió que esta nuez crece en las Seychelles. Cuando los investigadores aterrizaron en la tierra natal de esta palmera inusual, descubrieron otra sorpresa. A diferencia del cocotero común, el coco de mer tiene árboles masculinos y femeninos. Una nuez con forma de nalgas de mujer produce un árbol femenino, y un árbol masculino tiene inflorescencias que se parecen mucho al órgano reproductor masculino.
Esta similitud dio origen a una leyenda: en las noches oscuras y de tormenta, cuando nadie mira, los árboles mueven sus raíces para fusionarse entre sí en éxtasis. Según la leyenda, cualquiera que vea árboles haciendo el amor morirá o quedará ciego. Hasta el día de hoy, los científicos no comprenden completamente cómo se produce la polinización del coco de mar, y esto añade aún más misterio a la palma marina.
Cuando el general de división del ejército británico Charles George Gordon desembarcó en Praslin en 1881, estaba convencido de haber encontrado el bíblico Jardín del Edén. Un devoto creyente británico, al ver la forma del fruto del coco de mer, se convenció de que se trataba del mismo fruto prohibido que Eva le ofreció a Adán.
La asombrosa planta coco de mer ostenta hoy cinco récords botánicos. En primer lugar, es la fruta silvestre más grande del mundo: su peso alcanza los 42 kg. En segundo lugar, las semillas de esta palmera pesan hasta 17,6 kg y también se consideran las semillas más pesadas del mundo. En tercer lugar, el coco de mar tiene el cotiledón más largo conocido por la ciencia, que alcanza los cuatro metros. En cuarto lugar, las flores femeninas son las más grandes entre las palmeras. Además, esta planta es la más eficiente a la hora de obtener nutrientes de sus propias hojas muertas.
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