Cómo nos afecta el nervio vago y cómo podemos influir en él

Muchos de nosotros estamos familiarizados con la situación en la que de repente comienza un dolor de cabeza, se siente pesadez en el estómago, los latidos del corazón se aceleran y se vuelve difícil respirar. Y todos estos síntomas aparecen sin motivo alguno y luego también desaparecen repentinamente. Esta desagradable condición suele estar asociada con el nervio vago, el nervio más largo de nuestro cuerpo.

El vago se extiende desde los intestinos hasta el cerebro y tiene muchas ramas. Interactúa con los órganos internos, es responsable de la acumulación y gasto de energía, nuestro habla y controla los reflejos. Pero juega un papel importante en la protección del cuerpo en situaciones estresantes y en la recuperación de ellas. La medicina moderna ha aprendido a tratar muchas enfermedades actuando sobre este nervio.

El vago tiene cuatro secciones: cabeza, cervical, torácica y abdominal. El cerebro incluye fibras que afectan los oídos y la duramadre del cerebro. Los problemas con esta parte del nervio provocan dolores de cabeza y problemas de audición. La región cervical está directamente conectada con los músculos de la laringe y la faringe. Además, interactúa con la glándula tiroides. Los trastornos en esta sección provocan problemas para tragar y cambios en la voz.

El vago torácico tiene dos ramas y plexos responsables del funcionamiento del esófago y los pulmones. Los problemas en esta parte del nervio provocan latidos cardíacos irregulares, dolor en el pecho y dificultad para respirar. La parte abdominal del nervio interactúa con el estómago, los intestinos y el hígado. Los trastornos gastrointestinales, los vómitos y el dolor abdominal pueden ser causados por un mal funcionamiento del vago.

Los problemas nerviosos pueden ocurrir por muchas razones. Pero la mayoría de las veces se asocian con lesiones, consumo de alcohol y diabetes. El estrés también afecta negativamente al vago. Para solucionar el problema, puede contactar a un neurólogo, pero hay formas de ayudarse usted mismo sin recurrir a medicamentos ni procedimientos especiales. Lo principal que hay que recordar es que culpar de todo al vago es peligroso: muchas de las sensaciones desagradables que hemos enumerado pueden ser causadas por enfermedades peligrosas.

La forma más sencilla de tonificar el vago son los ejercicios de respiración. La respiración profunda y lenta estimula el nervio y además ayuda a calmarse, reduce la presión arterial y normaliza el pulso. Las duchas frías también funcionan bien. Los científicos han descubierto que las bajas temperaturas tienen un efecto beneficioso sobre el vago, normalizando su actividad. Si tu estado de salud no te permite mojarte completamente con agua fría, basta con sumergir las manos y la cara en ella.

El masaje de la zona del cuello ayuda con los problemas del vago cervical, al igual que la risa. Muchas personas solucionan el problema de las molestias durmiendo del lado derecho. Entre los métodos terapéuticos inusuales, cabe mencionar el canto. El trabajo activo de la laringe y los pulmones aumenta el tono nervioso. Por supuesto, practicar deportes le salva de problemas con el vago: la actividad física afecta a todo el sistema nervioso parasimpático y también mejora la inmunidad.

Con los métodos enumerados anteriormente, puede eliminar rápidamente un problema que ha estado envenenando su vida durante muchos meses o incluso años. Bueno, si no puedes hacer frente al vago por tu cuenta, debes consultar a un médico. La medicina conoce muchas formas de aliviar una condición desagradable o curar completamente a una persona.