10 fotografías impresionantes que muestran la majestuosidad de las olas del océano Por Rachael Talibart

Capturar algo tan cambiante como las olas puede dar como resultado fotos fascinantes, y el trabajo de esta fotógrafa es prueba de ello.

Rachael Talibart creció en una familia de navegantes en la costa sur de Inglaterra, por lo que el océano fue una parte importante de su infancia. En una entrevista con Pictolic, Rachael compartió: "Aunque ya no navego, el mar me ha fascinado toda mi vida. El océano tiene muchos estados de ánimo y, por supuesto, siempre está en movimiento, lo que lo convierte en un tema dinámico para un fotógrafo. ¡Añade a eso la variable de las mareas y tendrás un tema increíblemente emocionante y en constante cambio!"

Te invitamos a que te desplaces hacia abajo y explores esas olas indómitas, detenidas un segundo para ser admiradas en todo su esplendor.

Más información: rachaeltalibart.com | Instagram

10 FOTOS

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Rachael compartió un vistazo a su infancia.

“Tengo muchísimos recuerdos de aquellos años navegando. En uno de ellos, estábamos en el mar en medio de una tormenta. Todos estábamos sentados en la cabina de nuestro bote, empapados por el rocío, el bote se inclinaba en un ángulo aterrador y todos gritábamos a viva voz, gritando en medio de la tormenta. Mis padres probablemente estaban tratando de evitar que tuviéramos miedo, y en su mayoría lo lograron porque lo recuerdo como un momento maravillosamente salvaje de libertad”.

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La serie Sirenas de Rachael se inspira tanto en la mitología como en sus experiencias

infantiles observando las olas. Le pedimos a la fotógrafa que nos contara más sobre cómo esos primeros recuerdos influyeron en la conceptualización de esta serie.

“De niña, era propensa a marearme, por lo que tenía que pasar largos viajes por mar en cubierta. Como no tenía nada más que hacer, me divertía mirando las olas. Como la mayoría de los niños, era imaginativa, así que veía en las olas criaturas extrañas. Para “Sirenas”, había estado yendo a la playa durante las tormentas todas las semanas durante meses, observando cómo las olas rebotaban en el malecón y chocaban contra otras olas. Descubrí que cuando trabajaba con velocidades de obturación rápidas, podía ver criaturas en la tormenta, tal como lo hacía cuando navegaba. Siempre me ha interesado la mitología y tuve el placer de estudiar las obras de Homero en la universidad, por lo que la idea de nombrar a las criaturas con nombres de seres mitológicos surgió de forma bastante natural”.

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Nos preguntábamos cómo aborda Rachael la captura de la sensación de asombro e imaginación que define esta estética, en particular a través de su fotografía costera.

Ella respondió: “En mi opinión, no hay mejor fuente de lo sublime que el océano. El miedo al mar es profundo dentro de todos nosotros. No es de extrañar: después de todo, somos habitantes de la tierra. A pesar de esto, también nos atrae el océano, como lo demuestran las multitudes que se congregan en mi playa más cercana en un día tormentoso. Como ellos, busco encuentros con el océano salvaje porque sé en el fondo que a pesar de, o quizás debido a, su poder peligroso, es fundamentalmente una afirmación de la vida.

Parte de su atractivo es la idea de lo desconocido, algo misterioso que no podemos comprender del todo. Esta extrañeza se puede comunicar de varias formas, como encontrar un punto de vista diferente o una velocidad de obturación inusual. A menudo elimino todo el contexto que puedo de mis composiciones, por ejemplo, evitando puntos de referencia o figuras humanas para que la escala se vuelva ambigua. “En mi opinión, la mejor manera de hacerlo es dedicar el máximo tiempo posible a observar y experimentar el tema. Sólo así encontrarás algo nuevo que decir al respecto”.

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El proceso de Rachael consiste en imprimir y vivir con las fotografías antes de

hacerlas públicas. Rachael explicó cómo esta rigurosa práctica afecta la forma en que refina y

perfecciona su trabajo.

“Creo que una fotografía solo cobra vida para mí una vez que la he impreso. Necesita la forma física para sentirse completa. La impresión me ha convertido en una fotógrafa más reflexiva. La forma en que compartimos fotografías en estos días fomenta flujos de trabajo rápidos: es muy fácil dejar que las demandas de las redes sociales nos obliguen a compartir un nuevo trabajo demasiado pronto. Me gustaría poder decir que no hay fotografías mías en Internet de las que no esté orgullosa. Pero puedo decir que hay muchas menos desde que comencé a imprimir y esperar. Las personas que compran mis impresiones van a vivir (con suerte) con ellas en sus paredes durante mucho tiempo. Me parece correcto que yo también debería haber hecho eso”.

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Rachael ha logrado un reconocimiento notable, incluidos premios como Fotógrafa en blanco y negro del año en 2018 y el ganador de Classic View en 2017. Rachael compartió cómo estos galardones influyeron en su carrera y qué consejo le daría a los aspirantes a fotógrafos.

"Ya no me motivan los concursos, pero estos premios fueron útiles en su momento. Me dieron confianza y generaron una publicidad valiosa que me llevó a oportunidades que incluían la representación en galerías. Sin embargo, hoy en día hay muchos más concursos y todos compiten por una parte de casi la misma cantidad de publicidad que antes se compartía entre solo unos pocos concursos. Creo que los aspirantes a fotógrafos deberían considerar ser selectivos con lo que presentan.

¿El concurso tiene un libro o una exposición o ambos? ¿Qué tipo de publicidad les dan a sus ganadores? ¿Tienen reputación de integridad? ¿Entregan los premios que prometen, respetan los derechos de autor de los artistas y etiquetan al artista adecuadamente cuando usan su trabajo en línea? Uno podría pensar que todo esto sería automático, pero, lamentablemente, ese no es el caso. Por último, y lo más importante, si participas en un concurso, tienes que ser resiliente. El hecho de que tu foto no haya ganado no significa que no sea una gran foto. Hay muchas cosas aparte de la calidad de tu imagen que pueden influir en sus posibilidades de éxito”.

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