Una pin-up americana sólida de Bill Madcalf
No vale la pena explicar qué es una pinup. Este es uno de los movimientos más reconocibles en las bellas artes, aunque el pico de interés por él pasó hace más de medio siglo. Pin-up tiene sus propios cánones, estilos y, por supuesto, clásicos. Uno de ellos es el estadounidense Bill Medcalf.
Por alguna razón, resulta que las huellas más brillantes en el pin-up las dejan artistas para quienes no era más que un hobby. Esto le sucedió a Madcalf, quien se graduó en la escuela de arte, un instituto especializado y consiguió un trabajo más que serio. El joven especialista fue aceptado en el Tesoro Estatal de EE.UU. como grabador.
Bill Madcalf llevó a cabo con diligencia su trabajo de gran responsabilidad. Y en su tiempo libre dibujaba chicas, inspirándose en las obras de luminarias del género pin-up, como Alberto Vargas y Earl Moran.
En 1947, Madcalf decidió que ya había hecho suficiente bien por los Estados Unidos y comenzó a buscar otro trabajo. Le atrajo el trabajo de ilustrador en alguna revista no demasiado importante. Creía que así tendría tiempo suficiente para la creatividad libre.
El artista envió sus mejores ilustraciones a los editores y comenzó a esperar una respuesta. Para su sorpresa, la editorial estadounidense más famosa de la época, Brown & Bigelow, fue la primera en responder. Fue un billete de suerte, porque la empresa buscaba un maestro del estilo pin-up.
¿Puede haber algo mejor que un trabajo que coincida completamente con un hobby? Bill Madcalf ha trabajado en el sector editorial durante más de 20 años. Creó miles de ilustraciones, cientos de carteles y decenas de calendarios. Incluso le encargaron que creara su propio calendario. Este es un honor que no todos los artistas reciben, ni siquiera los famosos.
Pero el mayor reconocimiento a su obra fue su encuentro con los maestros del estilo pin-up Gil Elvgren y Norman Rockwell. Madcalf se acercó a ellos en una de las exposiciones con la esperanza de obtener algún consejo práctico. Pero los propios grandes maestros bombardearon a Bill con preguntas, descubriendo cómo lograba sacar la profunda luz interior de sus pinturas.
Madcalf dijo una vez esto sobre su trabajo: