Una mujer inglesa se enamoró de un donante de esperma, de quien dio a luz a una hija.
Amina Hart, como muchas mujeres, creció creyendo firmemente que un día conocería a un príncipe montado en un caballo blanco, se casarían, tendrían muchos hijos y su familia viviría feliz para siempre. Pero, por desgracia, la vida es diferente. Aunque, en cuanto al romance, Amina triunfó en todo: conoció y se enamoró de un hombre, se casaron y pronto nació su primer hijo, el niño Marlon. Aquí es donde comienzan las notas trágicas.
Muy pronto, los padres se dieron cuenta de que algo andaba mal con su hijo: Marlon tuvo complicaciones y, a la edad de solo cuatro meses, el niño murió. Los médicos explicaron todo por el hecho de que el bebé tenía una enfermedad genética hereditaria, que ni siquiera pueden diagnosticar correctamente. Amina y su esposo tomaron muy duro el golpe y eventualmente se divorciaron. Lo peor es que sucedió lo mismo con el segundo hijo de Amina y su pareja: el niño Louis murió antes de dos meses antes de su primer cumpleaños. Esta vez, los médicos diagnosticaron que el bebé había heredado miopatía miotubular (una condición de debilidad muscular).
A Amina le tomó mucho tiempo decidirse finalmente por el último intento de convertirse en madre. En 2011, eligió a Scott Anderson como donante de esperma y 9 meses después dio a luz a una niña saludable, Layla. Todo cambió cuando la feliz madre decidió presentarle a su hija a su padre biológico: le pidió información sobre el donante (Scott escribió en su perfil que estaría encantado de conocer al niño que ayudó a concebir), y después de un tiempo tuvieron una reunión fatídica.
(Total 9 fotos)
Fuente: diply.com
Scott Anderson estaba más que feliz de conocer a Amina y su hija. Empezaron a verse cada pocas semanas. Scott y Layla inmediatamente se cayeron bien.
Pero una chispa corrió entre la recién conocida Amina y Scott.
Los padres de Leila comenzaron a salir juntos y su simpatía se convirtió en sentimientos serios. La pareja se comprometió.
Después de un viaje tan largo y amargo, Amina finalmente pudo creer en sí misma y que tiene derecho a ser feliz.
Amina y Leila.
Palabras clave: Gran Bretaña | Donante | Amor | Niño | Padres | Familia