Todos alguna vez fueron niños que soñaron con convertirse en maestros, médicos, conductores, bomberos, policías, astronautas, construyeron ilusiones y albergaron esperanzas, imaginándose a sí mismos en un papel u otro. Pero los años pasaron, y con ellos desaparecieron los sueños infantiles de una profesión.
Solo unos pocos se dieron cuenta de sus planes, convirtiéndose en lo que querían en la infancia. ¡Y cuántos sueños y deseos no realizados quedan! Ingrid Meijering dedicó su proyecto a este tema. Les preguntó a los jubilados con qué profesión soñaban de niños.