Un multimillonario chino construyó 258 villas de lujo como regalo para sus compañeros de aldea, pero nadie vive allí por codicia
Como dicen, ninguna buena acción queda impune. Un multimillonario chino que gastó decenas de millones de dólares en la construcción de villas para los residentes de su pueblo natal lo sintió en su propia piel. Pero las casas todavía están vacías, porque las personas codiciosas no pueden ponerse de acuerdo sobre quién obtendrá varias villas y quién obtendrá una.
Hace cinco años, el multimillonario Chen Sheng asignó 31,9 millones de dólares para construir 258 villas de lujo en su pueblo natal. Cada casa de tres plantas tiene cinco dormitorios, dos salas de estar, un garaje y un pequeño jardín. Los campos deportivos están equipados para cada pocas casas e incluso hay un escenario para varios eventos. La construcción se completó en 2016, pero las casas están vacías.
No fueron los precios de las viviendas de lujo lo que impidió a las personas, porque el multimillonario les proporcionó villas de forma gratuita, sino la codicia humana común. Según el censo de 2013, el pequeño pueblo tenía 190 familias. Pero durante el proceso de construcción, nuevos residentes llegaron al pueblo. Entonces Chen Sheng construyó 68 casas más para que todos tuvieran suficiente. Fue un gran error.
Tan pronto como Chen Sheng apareció en el pueblo, los lugareños lo atacaron con solicitudes para resolver la pregunta de cuántas casas obtendría alguien. El multimillonario estaba tan decepcionado con el comportamiento de sus compañeros de aldea que no había venido al pueblo en absoluto durante dos años. Por lo tanto, las villas están vacías y los lugareños se pelean.
Además de las casas, Sheng planeó construir una granja de cerdos al lado del pueblo y diseñar jardines, proporcionando así puestos de trabajo. El ingreso anual de los residentes locales ascendería a 32 mil dólares, dinero impensable para los agricultores chinos. Pero todos estos planes se convirtieron en un fracaso debido a la codicia.
Mientras tanto, las casas vacías se han convertido en objeto de vandalismo. Los hooligans rompieron ventanas, arruinaron la decoración. Y las villas están en ruinas y necesitan reparación.