Terriblemente divertido. Juguetes viejos que te hacen sentir incómodo
Los psicólogos infantiles aseguran que los padres no deben preocuparse si su hijo elige entre un montón de juguetes el monstruo más aterrador y juguetea con él durante días. Desde un punto de vista científico, esto sugiere que el niño, por iniciativa propia, aprende a superar sus miedos. Resulta que incluso resulta útil comprar todo tipo de monstruos para los más pequeños. ¡Pero todo tiene un límite! ¿Qué tan progresistas deben ser los padres que trajeron a casa juguetes como estos?
La inscripción en el paquete: “Una vieja bruja que lanza chispas coloridas e inofensivas”. Y durante la luna llena, probablemente aparecería algo como “...hasta que te duermas…” en el reverso.
"Los Acróbatas de Crendell" data de 1867. En aquel entonces, obviamente, se consideraba normal en la sociedad estadounidense que un acróbata sonriera como un asesino en serie caníbal.
Mercado de carne. ¡No hace falta decir que jugar con carne cruda es lo que se necesita para el desarrollo armonioso de un niño! Y los productos de esta tienda probablemente fueron suministrados por los acróbatas de Crandell.
Tan pronto como un movimiento descuidado tocó la parte superior de la cabeza de esta creación de los maestros juguetes alemanes, comenzó a chillar y poner los ojos en blanco, como Karabas-Barabas.
Pequeña señorita sin nombre. Todo está claro aquí. Ingeniosa estrategia de marketing: el sensible corazón de la niña sufre de lástima por esta muñeca indigente vestida en una bolsa de lona, y los padres se ven obligados a comprar ropa nueva hasta que Little Miss deja de llorar.
Payaso rastrero. En una noche oscura, oscura, este homúnculo, moviendo sus patas de araña, se arrastra hasta la cuna del bebé, levanta la manta con un palo y se sube al cuello...
Muñeco Kobe. Estos monstruos se produjeron en Japón a finales del siglo XIX. Tan pronto como lo inclinaras, tus ojos y tu lengua sobresaldrían un buen centímetro hacia adelante. Como aquellos que tuvieron la “suerte” de ver este terrible trozo de madera en la oscuridad.
Y estos camaradas, aparentemente, fueron utilizados como espantapájaros. Todos los cuervos que pasaban volando cayeron muertos.
"Horror carmesí" Lo peor de este juguete no es la cantidad de manos ni los ojos que arden con fuego infernal, sino el hecho de que se trata de un set de construcción. Es decir, a partir de partes individuales, paso a paso, tal monstruo creció. Sería mejor si hicieran un anti-diseñador: ¡cariño, desarma este monstruo rápidamente!