Ya hemos escrito sobre la revolucionaria serie Brodoir de la fotógrafa canadiense Masika Mei, quien con gusto toma fotografías no de lánguidas y misteriosas señoritas en poses sexuales, sino de hombres bastante peludos y no menos lánguidos en su mejor momento.
Esta vez la sesión de fotos se realizó al aire libre, y otro hombre, amigo del fotógrafo, que deseaba tener una serie de fotos sensuales en la finca, actuó como protagonista y modelo.