¿Qué pasa si entra aire en una vena?
Muchos han oído que el aire que entra en una vena puede ser mortal. ¿Es esto realmente cierto? ¿Qué tan grave es el riesgo de una burbuja de aire en el sistema circulatorio? ¿Cuándo debe preocuparse? Le explicaremos qué le sucede al cuerpo si entra aire en una vena. Aprenderá cuánto aire puede causar daño y si hay alguna posibilidad de salvación.
Casi todos hemos recibido infusiones intravenosas por goteo al menos una vez. Este sencillo procedimiento genera temor en muchas personas debido a un mito persistente: si la solución del goteo se agota y el tubo no se cierra a tiempo, entrará aire en la vena y la persona morirá. ¿De verdad es tan aterrador?
Se pueden observar pequeñas burbujas en el canal de cualquier vía intravenosa. Sin embargo, no representan un peligro, ya que simplemente se adhieren a las paredes del tubo y permanecen inmóviles. La mayor preocupación para los pacientes surge cuando se agota la solución de la vía intravenosa y ven cómo el aire comienza a desplazarse hacia la aguja.
No hay por qué preocuparse, ya que el principio de funcionamiento del gotero, como todo en el mundo, se rige por las leyes de la física. La presión del aire en la vena periférica siempre es lo suficientemente alta como para detener el movimiento del aire. Por lo tanto, no ocurrirá nada grave; esta situación es completamente segura para la vida y la salud.
La embolia gaseosa peligrosa se presenta en casos completamente diferentes. Puede ocurrir debido a lesiones graves o a una cateterización fallida de venas grandes. La presión en ellas es negativa y existe el riesgo de que entre aire en el sistema circulatorio. Sin embargo, para que se produzca una situación peligrosa, el volumen de aire que entra en la vena debe ser significativo.
Para provocar un infarto o un derrame cerebral potencialmente mortal, es necesario inyectar deliberadamente entre 200 y 300 ml de aire en una vena. Esto equivale a veinte jeringas de 10 ml. Sin embargo, esto solo puede ocurrir si el aire se inyecta intencionalmente durante un procedimiento médico. No se han registrado casos similares en la práctica médica.
La obstrucción de los vasos sanguíneos por penetración de aire se produce en heridas grandes y profundas por las que el aire penetra. En estas situaciones, la circulación sanguínea puede verse gravemente afectada. Sin embargo, la atención médica oportuna y cualificada puede prevenir consecuencias peligrosas.
Pero la embolia gaseosa puede ocurrir incluso sin daño a los vasos sanguíneos. La padecen buceadores que bucean a grandes profundidades. Si suben a la superficie demasiado rápido, la presión cae bruscamente. Debido a esto, los gases disueltos en la sangre se convierten en burbujas. Estas burbujas obstruyen los vasos sanguíneos, lo que provoca la enfermedad por descompresión. Como resultado, puede desarrollarse isquemia orgánica.
Pero si se toman precauciones de seguridad durante el buceo, esto no ocurrirá. El ascenso gradual que practican los buceadores elimina la posibilidad de descompresión. También existen cámaras de descompresión especiales. Se trata de una cápsula en la que se coloca al buceador o a quien ha estado a una profundidad considerable. Mantiene una presión alta, que disminuye gradualmente.
Como puede ver, el miedo a una "burbuja mortal" en un gotero es más un mito que una amenaza real. El peligro surge solo en circunstancias excepcionales, más a menudo, fuera de las condiciones normales. ¿Ha experimentado miedos similares durante procedimientos médicos? ¿En qué medida se ve influenciado por la información de fuentes populares en materia de salud?