¿Qué hay en tu boca, primer plano?
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Lo que ves en estas fotos puede parecer plantas raras o paisajes exóticos, pero en realidad son... bacterias que se alojan en tus dientes, así como otros microorganismos que viven en tus encías o en tu cepillo de dientes.
Estas macrofotografías se tomaron utilizando un microscopio, que escanea la muestra con un haz de electrones enfocado. A continuación, las fotografías se colorearon digitalmente o a mano para poder distinguir los elementos individuales. Estas fotografías pertenecen al Laboratorio de Fotografía Científica de Londres y se utilizan con fines educativos y de investigación. Nos muestran claramente las consecuencias de una mala higiene bucal.
La placa dental (400 aumentos, 10 cm de ancho) es una biopelícula formada por bacterias colonizadoras que intentan adherirse a la superficie del diente. (SPL/Barcroft Media) Y esta es la misma placa con un aumento de 10.000 veces. El ancho permanece sin cambios. (SPL/Barcroft Media) Diente de leche. La mayoría de los dientes humanos están hechos de dentina, una sustancia que recubre la cavidad que contiene tejido conectivo blando, vasos sanguíneos y nervios. Luego, la corona del diente queda cubierta por esmalte (blanco en la foto de arriba), una sustancia más fuerte y mineralizada que protege la dentina de los ácidos de la boca. En la raíz de un diente, la dentina está protegida por una sustancia llamada cemento (rosa), que sirve como medio por el cual los ligamentos periodontales pueden adherirse al diente para lograr estabilidad. (SPL/Barcroft Media) Aquí se muestran la capa de células que forman el esmalte (azul), la superficie del diente (amarilla) y la dentina (roja). La pérdida de esmalte o cemento expone la dentina, una sustancia porosa con canales microscópicos llamados túbulos dentinarios que conectan la pulpa, lo que provoca sensibilidad dental. (SPL/Barcroft Media) (SPL/Barcroft Media) El amarillo muestra placa en la superficie del diente. El ácido es un producto de desecho producido durante el proceso digestivo de las bacterias. Desmineraliza el diente, creando caries que necesitan ser rellenadas o pueden provocar la pérdida del diente. (SPL/Barcroft Media) Un incisivo humano con un hueco o pérdida de minerales causada por restos bacterianos ácidos. En este caso, la caries se ha formado en el lateral del diente (entre dos dientes) y en la línea de las encías (entre la corona -la amarilla- y la raíz), quizás por falta de uso del hilo dental o por un uso inadecuado del mismo. Los científicos británicos descubrieron que uno de cada tres adultos es susceptible a la caries, y un estudio realizado en niños de 5 años en 2012 mostró que uno de cada cuatro tiene algún grado de caries. (SPL/Barcroft Media) Esperamos que esta foto te convenza de usar hilo dental todos los días... El amarillo son las bacterias en tus encías. La acumulación de placa puede provocar enfermedades de las encías como gingivitis o periodontitis. (SPL/Barcroft Media) La superficie de un diente humano (de color amarillo), una alfombra de bacterias esféricas (de color azul) y vasos sanguíneos (de color rojo). (SPL/Barcroft Media) Cerdas de cepillo de dientes. Se desgastan y desgastan con el tiempo, reduciendo la eficacia de tu cepillo de dientes. Debes cambiar tu cepillo de dientes al menos cada 3-4 meses. Sin embargo, el uso puede variar de persona a persona dependiendo de sus hábitos de cepillado. Si es necesario, deberás cambiar tu cepillo de dientes antes. (SPL/Barcroft Media) Cerdas del cepillo de dientes cubiertas de placa. Después de cepillarte los dientes, debes enjuagar bien el cepillo para eliminar los restos de pasta de dientes o partículas de placa y bacterias. Debe secarse al aire libre. Los recipientes cerrados contienen más humedad, lo que favorece el desarrollo de microorganismos. (SPL/Barcroft Media) Placa en las cerdas de un cepillo de dientes usado con un aumento de 750x. (SPL/Barcroft Media) Los cepillos interdentales (como en la foto) tienen cabezales pequeños con cerdas diseñadas para limpiar los espacios entre los dientes. Su dentista puede recomendarle que utilice un cepillo interdental, pero no sustituye al hilo dental. (SPL/Barcroft Media) Una vista más detallada de las cerdas de un cepillo interdental usado y cubiertas de placa. (SPL/Barcroft Media) Corona de un diente de leche. Su raíz se ha separado mediante un proceso conocido como reabsorción dental temporal. Esto fue causado por la presión del diente permanente en crecimiento. (SPL/Barcroft Media) Bacterias formadoras de placas con un aumento de 1000x. (SPL/Barcroft Media) Bacterias que forman placa. (SPL/Barcroft Media) Bacterias formadoras de placas con un aumento de 8.000x. (SPL/Barcroft Media) Entre otros usos, los taladros (en la foto) también se utilizan para eliminar el tejido blando y las bacterias de la placa en preparación para un empaste; de lo contrario, puede comenzar a formarse nueva placa debajo del empaste. (SPL/Barcroft Media) Esta es la punta del taladro. (SPL/Barcroft Media) Cristales de fosfato de calcio utilizados para remineralizar un diente después de la pérdida de minerales debido a bacterias. (SPL/Barcroft Media) Un poste dental que se utiliza para fortalecer el material de empaste y de corona cuando una gran parte de un diente está cariado o falta. (SPL/Barcroft Media)