Donde sea que veas un letrero que diga " ¡Cuidado! Perro enojado", probablemente te venga a la mente la imagen de un perro luchador que está esperando para morder a un transeúnte boquiabierto, porque está cansada de morder a sus dueños.
Sin embargo, a menudo sucede todo lo contrario: un perro terriblemente amable se esconde detrás de la puerta, que lo lamerá hasta morir. Presentamos 14 ejemplos cuando la expectativa choca con la realidad.
"Cuidado, perro. Ya estamos cansados de esconder cuerpos."
"Cuidado. El territorio está vigilado por perros guardianes."