Por qué no deberías tomar café cuando estás enfermo
El café es una bebida que forma parte integral del ritual matutino de muchas personas. Sin embargo, durante los períodos de enfermedad, muchos médicos recomiendan suspender su uso. Veamos por qué esto es importante.
El café tiene un efecto diurético débil. Cuando estás enfermo, especialmente si va acompañado de fiebre o vómitos, el cuerpo ya está sufriendo deshidratación, y beber café sólo puede empeorar este problema.
El café estimula la producción de ácido estomacal, lo que puede causar irritación o empeorar los síntomas si tienes problemas estomacales o intestinales.
La cafeína puede provocar un aumento de la frecuencia cardíaca o de la presión arterial, lo que puede ser indeseable para algunas infecciones y otras afecciones.
La cafeína puede provocar insomnio o interferir con la calidad del sueño. El sueño reparador es importante para una recuperación rápida, por lo que se debe eliminar cualquier factor que interfiera con él.
La cafeína puede interactuar con algunos medicamentos, cambiando su eficacia o provocando efectos secundarios.
Beber café puede desencadenar la producción de cortisol, una hormona del estrés, que puede ralentizar el proceso de curación.
Por supuesto, la reacción del cuerpo al café es individual y es posible que no dañe a alguien ni siquiera durante una enfermedad. Sin embargo, si no se siente bien, es mejor darle a su cuerpo la oportunidad de descansar y recuperarse sin el estrés adicional de la cafeína.