Por qué los piratas se representan con loros
En nuestra opinión, el pirata clásico es un hombre severo con una pierna de madera, un parche en el ojo, armado hasta los dientes y con un loro en el hombro. Esta imagen fue creada por la cultura de masas y, por supuesto, es colectiva. Pero aún así, ¿por qué se representan piratas con loros?
En muchas obras literarias y películas, los loros se muestran como mascotas de piratas. Los pájaros, que ciertamente hablan, acompañan a sus dueños a todas partes, sentados sobre sus hombros. Esta elección parece muy extraña, porque es más lógico y más fácil mantener a un gato en un velero. Es más fácil de cuidar y, además, puede luchar contra los roedores, que se han convertido en un verdadero desastre para los marineros.
Resulta que los loros para piratas no eran mascotas en absoluto. Un lobo de mar con un pájaro en el hombro apareció por primera vez en la novela Treasure Island de Stevenson, publicada en 1883. La obra se hizo increíblemente popular e inmediatamente se convirtió en un clásico de la novela pirata. Del brillante libro del autor escocés, los piratas se "dispersaron" a través de cientos de otros libros, y luego películas. Por supuesto, el loro en el hombro era tan interesante y exótico, por lo que la imagen se pegó.
Pero, ¿el loro fue un invento de Stevenson, como, por ejemplo, la famosa "marca negra"? Los historiadores dicen que no del todo. Los loros realmente a menudo se convirtieron en compañeros de piratas en los siglos XVIII y XIX, aunque no por mucho tiempo. Para los marinos, el pájaro no era una mascota, sino... mercancía.
Al navegar por los mares, un viaje a países lejanos podría llevar meses. Por lo tanto, todo lo que se trajo de allí fue valorado muy altamente. Los animales exóticos de América del Sur, África, Australia y el Sudeste Asiático tenían una gran demanda entre los ricos del Viejo Mundo. Estaban dispuestos a pagar mucho dinero por monos y loros.
En el siglo XVIII, a un guacamayo, jacko o loro cacatúa se le pagaba una cantidad comparable a un salario de tres meses de un marinero común. Por lo tanto, los marineros no perdieron la oportunidad de ganar dinero extra y adquirieron o capturaron estas hermosas e inteligentes aves en países distantes. Los monos también estaban en demanda, pero debido a la complejidad del transporte, los marineros rara vez se ponían en contacto con ellos.
Los piratas no eran llamados "caballeros de la fortuna" por nada. Su bienestar financiero dependía en gran medida de la fortuna, que podía enviarles un buen botín o no. Esto sigue siendo relevante hoy en día. Por lo tanto, como cualquier otro marinero de la época, el pirata no era reacio a ganar dinero extra. La venta de loros no era tan rentable como el robo, pero no se castigaba con la horca. Un marinero merodeando por una ciudad portuaria con un loro en el hombro no era raro hace 200-300 años. Esta colorida imagen se ha arraigado perfectamente en las novelas de piratas.