No sólo serpientes y arañas: 10 animales venenosos que pueden matarte
Un solo mordisco de representantes de ciertas clases y especies de fauna puede enviar a una persona al otro lado del río Styx. Los órganos de defensa de estos habitantes o sus tejidos contienen sustancias que tienen efectos tóxicos en los animales y el cuerpo humano. La naturaleza les dotó de armas mortales para facilitarles la supervivencia en la naturaleza. Suelen utilizar veneno para cazar o protegerse.
Los animales más venenosos se encuentran entre los arácnidos y las serpientes. Sin embargo, además de ellos, tanto en la tierra como en el agua, hay muchos otros habitantes cuya arma principal es un poderoso cóctel tóxico. Encontramos 10 representantes de otras especies que tienen órganos especiales que producen un veneno peligroso.
Este representante marino de la familia de las verrugas es considerado el pez más venenoso del mundo. Vive cerca de los arrecifes de coral de los océanos Pacífico e Índico y se disfraza de piedra. Las 12 espinas de la aleta dorsal tienen las glándulas venenosas más poderosas entre los peces. Dependiendo de la profundidad de la penetración, el veneno puede causar dolor intenso con posible shock, parálisis y muerte del tejido. Si una espina penetra en un vaso sanguíneo grande, la muerte puede ocurrir en 2 o 3 horas.
Las zonas desérticas del norte de África, la Península Arábiga y Oriente Medio están habitadas por escorpiones amarillos. Para protegerse de los enemigos y cazar, utilizan un poderoso cóctel de neurotoxinas. Para los niños, así como para las personas con mala salud y enfermedades cardíacas, la picadura de un escorpión amarillo es fatal.
Este grupo de medusas está representado por 20 especies que viven en aguas tropicales y subtropicales con salinidad oceánica. Conocer a muchos de ellos puede resultar muy peligroso para una persona. Las consecuencias del contacto con las medusas de caja pueden ser muy diferentes: desde un dolor intenso hasta la muerte.
Las selvas tropicales de América Central y del Sur albergan ranas que producen un fuerte veneno. Sus secreciones cutáneas contienen alcaloides de batracotoxina. Cuando entra en contacto con la piel humana, el veneno provoca una ligera sensación de ardor y dolores de cabeza. Si el veneno ingresa al cuerpo humano o animal a través de la sangre, provocará arritmia, fibrilación y paro cardíaco.
El tamaño de este pulpo no supera los 12-20 cm, pero tiene tanto veneno que basta para matar a 26 adultos en pocos minutos. Su hábitat son las aguas costeras del Océano Pacífico, desde Japón hasta Australia. El veneno es producido por bacterias simbióticas que viven en las glándulas salivales del pulpo y tiene un efecto paralizante de los nervios, lo que provoca un paro respiratorio y luego un paro cardíaco.
En Japón, el fugu se considera un manjar y tiene una gran demanda entre los amantes de las emociones fuertes. Los órganos internos del pez contienen una dosis letal de tetrodotoxina. Si el cocinero no elimina todas las partes venenosas o corta incorrectamente el pescado, para los amantes de la cocina extrema, la cena con fugu será la última comida de sus vidas.
La piel y las plumas de estas aves que viven en los bosques de Nueva Guinea contienen el veneno batracotoxina. Entra en el cuerpo del ave a través de los escarabajos Choresine pulchra, que las aves comen. Las aves desarrollan inmunidad al veneno. Si una persona entra en contacto con un pitohu, puede sufrir una quemadura química; para los animales pequeños, el contacto es mortal.
Los ornitorrincos jóvenes de ambos sexos tienen espolones córneos en las patas traseras. En las hembras desaparecen, pero en los machos crecen hasta 1,2-1,5 cm de longitud. Los espolones están conectados a la glándula femoral y durante la temporada de apareamiento contienen suficiente veneno para matar a un animal pequeño. En los humanos, el veneno puede causar dolor intenso e hinchazón en el lugar de la inyección.
Los loris perezosos son el único género conocido de primates venenosos. Las glándulas de las patas delanteras de este simpático animalito secretan un cóctel tóxico. El veneno puede causar asfixia y muerte tanto en animales pequeños como en humanos.
El caracol más peligroso del mundo tiene una forma de concha cónica regular. Los dientes del depredador tienen forma de arpón y están conectados a una glándula venenosa. Habiendo descubierto su presa, el caracol dispara a la víctima un arpón que contiene una toxina. El veneno paraliza casi instantáneamente a los peces pequeños. Para los humanos, algunos tipos de conos también representan un peligro mortal: la muerte puede ocurrir en tan solo un par de minutos.