No hay hijos de otras personas
El corazón de una madre es una fuente de amor grande e ilimitado. Las madres pueden amar a todos los niños y cuidarlos, incluso si no son suyos. La madre gata nos lo recordó una vez más, quien no solo salvó a los erizos, sino que también los cuidó por completo.
En una de las áreas suburbanas, se encontraron erizos pequeños y aún ciegos. Todos ya creían que su destino estaba decidido, pero la gata roja Sonya decidió ayudar a los niños.
No solo alimentaba a los erizos, sino que también los cuidaba, como una verdadera madre.
Pasa todo el tiempo con los niños.
Sonya tiene un gatito, pero no ve ninguna diferencia entre sus propios hijos y los adoptados. Todos viven juntos como una amigable familia de erizos koto.
Esta historia demostró una vez más que no hay hijos de otras personas.