Nepenthes y tupaya: amistad “de baño” entre una planta carnívora y un animal en miniatura
Nepenthes rajah es la planta carnívora más grande del planeta. Sólo se puede encontrar en las selvas impenetrables de la región de Sabah, en el este de Malasia. Nepenthes es capaz de "cazar" no sólo insectos, sino también lagartos y roedores. Sin embargo, hay un animal que se lleva bien con un representante peligroso de la flora. Mountain tupaia (Tupaia montana) y nepenthes Raja son amigos y se aportan beneficios tangibles mutuamente.
Nepenthes es una enredadera con una longitud media de 3 metros y un espesor de 30 mm. Sería completamente invisible si no fuera por su flor. Se trata de una especie de jarra con tapa, de 20 cm de diámetro y hasta 41 cm de altura, en cuyo interior pueden caber hasta 3,5 litros de agua y más de 2,5 litros de líquido digestivo. La flor produce un néctar dulce que atrae a los pequeños golosos.
En el cuenco de Nepenthes caen insectos, ranas, lagartos, ratones y otros animales pequeños. Al mismo tiempo, el cazador de plantas se enfrenta con confianza sólo a los insectos. Sus víctimas son reptiles y mamíferos sólo si están debilitados y no pueden escapar de la trampa. Pero en los bosques de montaña no hay tantos insectos, por lo que Nepenthes encontró un complemento alternativo a su dieta.
Los tupai, animales de la familia Tupia, se parecen a las ardillas, aunque no tienen nada en común con los roedores. Se trata de animales con una longitud corporal de 16-20 cm, la misma cola y un peso de hasta 140 gramos. Viven en los árboles y son prácticamente omnívoros. La mayoría de las veces, los tupai se contentan con insectos y frutas capturados. A este animal también le encanta el néctar de nepenthes.
El animal se sube a la flor, se sienta sobre el cuello de la “jarra” y lame la sustancia dulce. Mientras tanto, la tupaya hace sus necesidades y sus heces caen dentro de la flor. Los excrementos sirven como un buen fertilizante orgánico para los nepenthes, ricos en nitrógeno y fósforo. Por tanto, el animal no recibe su néctar en vano.
La interacción entre Tupaia y Nepenthes se produce desde hace miles de años. Para evitar que el animal aplastara la flor y cayera, la planta expandió sus paredes, volviéndolas carnosas y densas. La “inodoro” soporta bien el peso del animal y, además, tiene una forma óptima. Los excrementos de Tupaia caen exactamente donde Nepenthes los necesita.
Nepenthes Raja caza pequeños habitantes de la jungla. Pero la gente ha creído durante mucho tiempo que en algún lugar de la espesura se escondían plantas devoradoras de hombres capaces de absorber y disolver a una persona.