Santa Cruz del Istole es considerada una de las islas más densamente pobladas del mundo. Formalmente, es parte de Colombia, pero a pesar de los raros contactos de los residentes con el mundo exterior, en realidad la isla está aislada del mundo (excepto para los turistas).
La isla parece sacada de las páginas de Gabriel García Márquez: 18 familias viven en 97 casas, mil personas se llevan bien en un terreno del tamaño de un campo de fútbol. Hay una escuela y un restaurante en la isla, también es un puerto, y la población vive de la pesca y el turismo.
El espíritu de equipo prevalece en la isla. Las familias que necesitan ayuda siempre pueden contar con el apoyo de sus vecinos. En lugar de relaciones monetarias, hay servicios mutuos como cocina, limpieza y cuidado de niños y ancianos.
Foto: Charlie Cordero
Más de la mitad de la población son jóvenes. Las calles siempre están llenas de ropa brillante, y las casas están pintadas de colores: en general, la gente vive a su propio ritmo, vertiendo energía en los juegos callejeros, la moda y las fiestas.
Foto: Charlie Cordero
Foto: Charlie Cordero
A los niños se les enseña a nadar y pescar desde una edad temprana, y pasan todo el día en la costa, pescando y manejando el equipo del barco. No hay violencia en la isla, nunca ha habido conflictos armados y la gente no está preocupada por la delincuencia.
Los niños juegan en las calles, y los adolescentes cubiertos de tatuajes escuchan rap en español, mientras que los adultos se relajan a la sombra, discuten sobre el boxeo y cocinan comida. Con el advenimiento de Internet, algunos de los jóvenes, aprendiendo sobre el mundo que los rodea, comienzan a pensar en salir de casa y experimentar la vida "real" fuera de la isla.
Foto: Charlie Cordero
Lucero es el principal estilista de la isla. Sus ideas inusuales son muy populares, dando a los adolescentes la oportunidad de expresarse. Los jóvenes de la isla son muy creativos: todos cambian constantemente sus peinados y se tiñen el cabello.
Foto: Charlie Cordero
Hay suficientes problemas en la isla: suministro limitado de agua potable, falta de alcantarillado, dificultades con la eliminación de basura y contaminación de la isla.
Foto: Charlie Cordero
Foto: Charlie Cordero
A pesar de las dificultades, la vida en la isla sigue como de costumbre. Los servicios municipales del país están desarrollando un plan para resolver el problema de la contaminación, y los residentes están intercambiando con éxito su botín por lo que les falta.
Los propios lugareños, a pesar de su estilo de vida modesto, no se consideran pobres, ya que no tienen grandes gastos.