Mansa Musa es el hombre más rico de la historia
El gobernante supremo africano Musa Keita I es considerado el hombre más rico de todos los tiempos, más rico de lo que puedas imaginar. En el siglo XIV, gobernó el Imperio de Malí con los recursos naturales más ricos, entre los que el oro ocupó el primer lugar.
Mauritania, el Senegal, Gambia, Guinea, Burkina Faso, Malí, el Níger, Nigeria y el Chad se encuentran ahora total o parcialmente en esas extensiones.
En 1375, fue representado en el Atlas catalán, uno de los mapas mundiales más importantes de la Europa medieval.
Musa Keita I llegó al poder en 1312. En su coronación, se le dio el título de mansa, es decir, el gobernante supremo. En aquellos tiempos lejanos, la mayor parte de Europa estaba hambrienta y sumida en el abismo de las guerras civiles, pero muchos reinos africanos estaban en la cima de su poder.
Durante el reinado de Mansa Musa aumentó significativamente las fronteras de su imperio. Anexionó la ciudad de Tombuctú y restauró el poder sobre Gao. Su dominio se extendía por más de tres mil kilómetros.
El resto del mundo fue capaz de estimar aproximadamente el tamaño de la enorme fortuna de Mansa en 1324, cuando hizo una peregrinación a La Meca, habiendo viajado unos seis mil kilómetros. El Hajj estaba lejos de ser un evento barato.
La caravana de Mansa Musa se extendía más allá del horizonte. Los cronistas describen a decenas de miles de soldados, civiles y esclavos, así como muchos camellos y caballos que llevan una gran cantidad de lingotes de oro.
Durante una escala en El Cairo, gastó tanto oro y donó tanto dinero a los pobres que causó una gran inflación. Le tomó años a la ciudad recuperarse completamente de la crisis monetaria.
Gracias a este viaje extravagante, mansa Musa estaba en el mapa.
Al mismo tiempo, la riqueza material no era la única preocupación del rey. Siendo un verdadero musulmán, tomó un interés especial en la ciudad de Tombuctú, urbanizándola mediante la construcción de escuelas, mezquitas y una gran universidad.
También construyó la legendaria Mezquita de la Catedral de Jingereber en Tombuctú, que ha sobrevivido hasta nuestros días.
Mansa Musa murió en 1337, su reinado duró 25 años. El rico patrimonio de Mansa se ha conservado durante varias generaciones. Pero hasta el día de hoy hay mausoleos, bibliotecas y mezquitas, testigos silenciosos de la edad de oro en la historia de Malí.