Los médicos de los EE.UU. curaron la depresión por primera vez implantando un implante en el cerebro humano
El tratamiento quirúrgico de la depresión no es una novedad de la medicina en absoluto. Así que a mediados del siglo 20, la lobotomía se realizó en docenas de países con el fin de mejorar la condición de los pacientes, finalmente privándolos de la esperanza de recuperación. Pero hoy la ciencia ha avanzado mucho y el tratamiento quirúrgico de varias psicosis se ha vuelto efectivo. Por ejemplo, en la Universidad de California en San Francisco, por primera vez en la historia, una mujer se curó de la depresión usando un implante cerebral.
El desarrollo de los científicos de California es un dispositivo en miniatura. Se implanta en el cerebro humano y afecta a cierta área del mismo con impulsos eléctricos. Gracias a este dispositivo inteligente, es posible curar la depresión resistente a los medicamentos en un solo día. En general, este es un descubrimiento importante y prometedor, ya que puede ser utilizado para otras enfermedades y condiciones negativas.
Dado que los impulsos eléctricos con los que el dispositivo actúa en partes del cerebro son muy débiles, el paciente no los nota. Pero una persona con un implante inmediatamente detecta una mejora en el estado de ánimo. Poco a poco, el paciente comienza a mostrar interés en el mundo que lo rodea. Hasta ahora, esta tecnología solo ha ayudado a una persona: una mujer de 36 años llamada Sarah.
El paciente sufría de depresión desde la adolescencia. Como resultado, los médicos probaron todos los productos farmacéuticos conocidos, fisioterapia e incluso prácticas manuales en Sarah. Desafortunadamente, la paciente solo estaba empeorando, y en los últimos 5 años casi no salió del estado doloroso.
Los especialistas que realizaron la implantación del dispositivo informaron que se trataba de una operación muy compleja y arriesgada. Pero todo salió bien y, como se suponía, el efecto en ciertas partes del cerebro puede aliviar el sufrimiento de los pacientes. Dado que el caso de Sarah podría llamarse un experimento, la mujer tuvo que ayudar activamente a los científicos. Primero, se implantó un implante temporal en su cerebro para encontrar un lugar que necesitara estimulación.
Se le dio una tableta y se le pidió que registrara todos los cambios de humor con ella. Al mismo tiempo, el sensor tomó lecturas de la actividad de diferentes partes del cerebro de Sarah. Por lo tanto, fue posible encontrar un lugar que es responsable del mal humor de una mujer y se implantó un implante permanente en él. Inmediatamente después de la operación, Sarah sintió alivio y alegría, lo que la hizo reír. Los impulsos entran en el cerebro de la paciente 300 veces al día, mientras que ella no experimenta ninguna molestia.
La operación para implantar el implante en el cerebro se llevó a cabo hace un año. Ahora los médicos declararon con confianza que sus expectativas se cumplieron y la depresión abandonó por completo a Sarah. Ahora la universidad está reclutando a un grupo de voluntarios de 12 personas. Está previsto llevar a cabo las mismas operaciones y controlar el estado de los pacientes hasta 2035. Esto determinará las consecuencias a largo plazo de la implantación y proporcionará respuestas a muchas preguntas importantes.
Cabe añadir que el implante para el tratamiento de la depresión se hizo a partir de un dispositivo electrónico para el tratamiento de la epilepsia. Este equipo caro cuesta 35 mil dólares (2,5 millones de rublos).