Los científicos han inventado un dispositivo calmante con pieles
El estrés es un flagelo de la sociedad moderna. Lo que la gente no ha inventado para combatir este flagelo. Los medicamentos, la fisioterapia, la gimnasia, el yoga y las "salas de rabia" son buenos. Pero, por desgracia, cada uno de los métodos tiene contraindicaciones para la salud o la edad. Pero los científicos no se rindieron y aún así tuvieron éxito. Recientemente, la Universidad de Cornell en los Estados Unidos anunció la creación de un dispositivo absolutamente seguro para lidiar con el estrés.
Desde hace tiempo se sabe que tocar ayuda a aliviar el estrés, así como a dormir o meditar. Pero debe ser una caricia lenta y suave de las áreas sensibles del cuerpo donde hay pelos. Un antebrazo que cumpla con todos los requisitos es ideal para estos fines. Tocar reduce la sensación de ansiedad, reduce la sensación de aislamiento social e incluso ayuda a superar el dolor.
Queda por automatizar este proceso y ver qué sucede. Los investigadores hicieron un pequeño dispositivo que consta de un motor eléctrico, cables y una parte móvil con un trozo de piel de 3 × 2,5 cm. El dispositivo, que pesa solo 77 gramos, está sujeto por correas al antebrazo. Cuando se enciende, acaricia la piel de su antebrazo con pelaje.
se seleccionaron 24 voluntarios de 21 a 52 años para probar el dispositivo. Estas personas realizaron la Prueba de Estrés de Trier (Prueba de Estrés Social de Trier), que consta de varias tareas cognitivas. Los participantes vieron videos, prepararon un informe sobre las perspectivas de una empresa ficticia, resolvieron problemas aritméticos.
La mitad de los participantes en el experimento trabajaron en la prueba con un dispositivo para acariciar en la mano y la otra mitad sin él. Todos también tenían un sensor cardíaco conectado a su pecho que lee los indicadores de frecuencia cardíaca. Resultó que el toque del dispositivo no era intrusivo ni distraía. Después de completar la prueba, se pidió a las personas que usaron el dispositivo que evaluaran su rendimiento.
Solo había dos indicadores. En el primer caso, fue necesario determinar en una escala de 0 a 100 cuánto estaban distraídos por el dispositivo. En el segundo, qué agradable fue su toque, de -100 a 100. Resultó que todos los participantes en el experimento experimentaron ansiedad al pasar la prueba. Pero las personas del grupo con los dispositivos estaban más tranquilas que las que trabajaban sin ellos.
Casi todos informaron que los accidentes cerebrovasculares fueron calmantes. Alguien incluso los comparó con el apoyo emocional de un ser querido. Nadie dijo que el dispositivo interfiera con la realización de tareas, pero algunos admitieron que les gustaría controlar su funcionamiento ellos mismos. Un artículo sobre este experimento apareció en Proceedings of the ACM on Interactive Mobile Wearable and Ubiquitous Technologies. El gerente del proyecto, resumiendo, dijo que los resultados del experimento fueron inesperados.