La nueva estrella del porno japonés: un programador de 24 años que parece un niño
Estos japoneses saben mucho sobre perversiones... Se ve terrible, pero todo es legal: este bebé, que parece un niño en brazos de su madre, ha llegado a la edad adulta. De hecho, se trata de un hombre adulto llamado Kohey Nishi, que ha dejado de crecer debido a una enfermedad incurable y parece un estudiante de secundaria a la edad de 24 años.
Fuente: Daily MailLa altura de Kohi Nishi, de 24 años, es de solo 92 centímetros. El culpable es la enfermedad incurable mucopolisacaridosis, que detiene el crecimiento de los huesos.
La enfermedad le impide crecer y lo hace vulnerable a las lesiones de la columna vertebral. Nishi no hace frente a las tareas habituales de una persona normal: no puede, por ejemplo, abrir una botella de agua, no puede permanecer de pie durante más de cinco minutos, por lo que se lo retira exclusivamente acostado. Afortunadamente, recientemente un pequeño japonés se sometió a un milagroso trasplante de médula ósea, que detuvo el desarrollo de la enfermedad.
Nishi solía trabajar como programador, pero luego decidió cambiar su campo de actividad. Hoy en día, se gana la vida teniendo relaciones sexuales con mujeres que se parecen a su madre. Según él, se metió en el negocio del porno gracias a su "compañero de bebida", el magnate del porno Ganari Takahashi.
Nisha tiene un ejército creciente de fanáticos, aunque admite que todavía sufre de problemas de erección durante el rodaje debido a la presencia de un equipo cercano.
Nishi cree que su trabajo es muy útil, ya que ayuda a prevenir casos de violencia sexual contra niños reales. "Estoy filmando para que a nadie se le ocurra contratar a un niño de verdad para esto. Esta es mi noble misión. Soy un lisiado. No puedo oír en mi oído izquierdo. Ni siquiera puedo abrir una botella de agua. Pero estoy feliz de poder ganarme la vida honestamente", explica el chico.
Japón es el único de los Siete Grandes países donde la posesión de pornografía infantil era legal hasta 2014 (solo su producción y distribución eran punibles por ley). Después de eso, a los japoneses se les dio un año para "limpiar" sus colecciones de pornografía infantil.
Al mismo tiempo, incluso hoy, si lo desea, un pedófilo puede comprar una muñeca sexual en forma de niño, y la imagen del sexo con niños sigue siendo bastante legal en hentai y manga, porque su prohibición, según los activistas, afectará la libertad de expresión.