"Kitostrofa" en Taiwán: un gigante marino explotó en la calle
Cada ballena muerta es una gran pérdida para la biosfera. Por lo tanto, los científicos están tratando de investigar cuidadosamente todos los casos conocidos para comprender por qué el mundo ha perdido a otro gigante. Para ello, se realiza una autopsia de un mamífero marino y una variedad de diferentes exámenes y análisis. Este trabajo es necesario, pero muy desagradable. Y también es peligroso, porque las ballenas muertas a veces explotan.
Un terrible incidente ocurrió en Taiwán en 2004. Luego, en una de las playas, el océano arrojó un enorme cachalote muerto. Las dimensiones del gigante eran asombrosas y el peso alcanzaba las 50 toneladas. Esto es mucho, ya que los machos más grandes de esta especie rara vez cruzan la marca de las 40 toneladas.
Los científicos decidieron tomar el animal muerto para la investigación y se prepararon bien para la difícil tarea. Tres grúas, bulldozers y un potente camión con plataforma fueron conducidos hasta el cetáceo. 50 trabajadores ayudaron a la técnica. Para el transporte del cachalote, eligieron la madrugada, cuando hay poca gente en la calle y casi ningún transporte. El trabajo fue dirigido por un oceanólogo, el profesor Wang, que ya había trabajado con cadáveres de cetáceos muertos más de una vez.
La ballena fue cargada con éxito en la plataforma de un camión y la procesión, acompañada por policías, comenzó a cruzar la ciudad por una de las calles centrales.
Pero el cachalote permaneció en la orilla durante mucho tiempo y comenzaron los procesos de descomposición en su cadáver. Como resultado, se acumuló una cantidad significativa de gases en el interior, que estallaron repentinamente.
El sueño matutino de la gente del pueblo fue interrumpido por una explosión ensordecedora. Muchos comenzaron a entrar en pánico, ya que pensaron que había estallado una poderosa bomba. Pero fue el cachalote el que explotó, convirtiendo parte de la calle en una rama de un infierno fétido.
Las vísceras y el líquido del cadáver reventado se esparcieron por el área, salpicando sangre y tirando pedazos de carne sobre la calzada, acera, autos estacionados e incluso las paredes de las casas.
El profesor Wang y sus colegas tuvieron que pedir ayuda a los servicios públicos para resolver el problema. Pero incluso mediante esfuerzos conjuntos, fue completamente posible eliminar las consecuencias del "kitostrof" solo en la segunda mitad del día.
Todo lo que quedó del cachalote fue cuidadosamente recolectado y entregado al edificio del laboratorio de la universidad local. Después de que se completó el estudio, el Dr. Wong dijo que el animal murió por culpa de una persona. La enorme herida en su costado no fue el resultado de una colisión con los arrecifes. Un animal de 50 toneladas fue cortado por la hélice de un gran barco.
Ahora, algunas partes de este cachalote se exhiben en uno de los museos zoológicos de Taiwán. Junto a los huesos del gigante hay un stand con una descripción de la emergencia y fotografías.