Jean-Francois Rozier crea infinitos mundos de fantasía a través de la fotografía. Sus obras, que el maestro llama hiperfotos, las da vida gracias a la combinación en una imagen de cien a mil imágenes.
La motivación para crear este estilo fue la indignación de Rosier por el trato injusto de la fotografía por parte del espectador. Según el fotógrafo, se dedican más de dos horas al producto del cine, y no más de un minuto a la fotografía. El objetivo de Jean-Francois es mantener la atención del espectador el mayor tiempo posible, y lo consigue.