Erwin Blumenfeld-fotógrafo de mujeres hermosas
Su influencia ha sido reconocida por fotógrafos de moda desde Helmut Newton hasta Guy Bourdain y David Lachapelle. Le disparó a Audrey Hepburn y Marlene Dietrich. Era el fotógrafo mejor pagado de Estados Unidos. Estamos hablando del fenómeno de Erwin Blumenfeld, un hombre que filmaba mujeres hermosas."
Blumenfeld fue un innovador: no solo marcó la pauta de la moda de aquellos tiempos en las páginas de Vogue y Harper's Bazaar, sino que también experimentó día tras día con técnicas de disparo, visualizando su expresiva visión minimalista a través del prisma de espejos, velos, solarización, larga exposición, collages dadaístas. Anticipó la publicidad en video y, a diferencia de los fotógrafos modernos, trabajó en la foto de principio a fin, revelando películas y conjurando sobre cada fotograma.
Para crear una toma impresionante, no necesitaba muchos colores — el punto era cómo eliminarlos correctamente en el encuadre. Y para expresar su propio "yo", no para ordenar, solo necesitaba dos colores: blanco y negro.
En 1950, Blumenfeld se convirtió en el fotógrafo mejor pagado del planeta. Para entonces, Erwin, de 53 años, había logrado cambiar varios países y continentes.
Nacido en Alemania en el seno de una familia judía, Blumenfeld sobrevivió a dos guerras mundiales: en la primera fue enviado a servir en el ejército, y durante la segunda, él y su familia pasaron dos años en un campo de concentración en Francia; para entonces ya estaba filmando para la revista Vogue francesa, un contrato con el que otro lo venció a fines de los años 30.El gurú de la fotografía es Cecil Beaton. Erwin logró escapar del campamento, huyendo con su familia primero al norte de África, y luego a Estados Unidos, a Nueva York, donde Carmel Snow le ofreció un trabajo en Harper's Bazaar.
Las imágenes del fotógrafo aparecieron en la revista Life, y las marcas de cosméticos Helena Rubinstein, Elizabeth Arden, L'Oréal le debían sus campañas publicitarias en ese momento.
Blumenfeld filmó íconos de estilo de esa época: Grace Kelly, Audrey Hepburn, Marlene Dietrich, pero su hija Lisette seguía siendo su musa y modelo favorita, le dejó un impresionante archivo de fotografías, dibujos, películas, collages a ella, a su amante y a otros dos niños.
Para comprender cómo se organizó el mundo de Blumenfeld, no solo puede mirar las fotos: en 1975, seis años después de su muerte, se publicó por primera vez la cáustica autobiografía Eye to I de Erwin, donde, entre otras cosas, describió su supuesta muerte.
El fotógrafo murió, provocando deliberadamente un ataque al corazón por temor a que el final de su vida lo pasara en hospitales y una nueva generación de artistas viniera en su lugar. Blumenfeld quería que todo terminara en un momento, pero no tuvo en cuenta que este momento se convertiría en eternidad, como, por ejemplo, su toma en blanco y negro de Lisa Fonsagrives balanceándose en el borde de la Torre Eiffel.