En Estados Unidos, un niño de un año compareció ante el tribunal y aceptó voluntariamente abandonar el país
En Arizona, un niño de un año compareció ante el tribunal de migración. El niño estuvo presente en la audiencia sin sus padres, bebió de una botella, jugó a la pelota, periódicamente dijo "agu" con sorpresa y, al final de la audiencia, rompió a llorar.
El tribunal consideró la cuestión de la presencia del niño en los Estados Unidos. El pequeño Johan llegó a los Estados Unidos desde Honduras. El padre del niño ya había sido deportado a su tierra natal, y el destino del niño se estaba decidiendo en el juicio.
El juez que llevó a cabo la audiencia dijo que era difícil preguntarle al abogado si el acusado entendía la esencia del caso.
Como resultado de la audiencia, se decidió que el niño abandonaría voluntariamente el país.
Debido a la política de" tolerancia cero " adoptada por Donald Trump, las familias se separan al cruzar la frontera de Estados Unidos ilegalmente. Los niños y sus padres se mantienen en diferentes centros de migración. El número de niños separados de sus familias varía de dos a tres mil, y menos de la mitad de ellos están en camino de reunirse con sus padres.
En cuanto a las audiencias judiciales, los niños comparecen ante los jueces sin sus padres y, a veces, incluso sin abogados. En el 90 por ciento de los casos, los bebés son deportados a sus países de origen. A menudo, los niños no saben inglés o ni siquiera saben hablar, pero deben representarse a sí mismos en la corte por su cuenta. En una de las audiencias en Phoenix, un niño de cinco años de Guatemala, cuando se le preguntó su edad, simplemente mostró cinco dedos. También fue separado de su padre, que previamente había sido deportado a su tierra natal.
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